Mito del Pueblo Elegido

Mito del Pueblo Elegido

Mito-Pueblo-Elegido Mito del Pueblo Elegido
La idea de ser el Pueblo Elegido dentro de la humanidad es un mito de consecuencias muy negativas para la misma. ……………………………………

La idea de ser el Pueblo Elegido, ya sea por alguna divinidad o por la dialéctica de la historia, es una creencia que subyace en la conciencia de muchos pueblos,  de manara inconsciente o abiertamente profesada y proclamada. Por su radicalidad y su fuerza en la conducta de sus seguidores la llamo mito o creencia-mito, porque sólo algunas creencias fundamentales tienen esas características. (Cfr. «La utopía de la Paz entre las Paces». ‘ Ilu. Revista de Ciencias de las religiones. Nº 5, 2000, pp. 125-144).

 

1-Objetivo central del libro

 En este libro intento poner al descubierto y deshacer una de las armas más poderosas para justificar guerras: la de creerse ser el Pueblo Elegido de Dios para “salvar” al resto de la Humanidad. Esta creencia es un desafío para el resto de los pueblos. Desprecia a los demás. El Pueblo Elegido se cree superior a todos. Fomenta una especie de racismo religioso.

Es una creencia que ha servido de fundamento ideológico a todo tipo de dictaduras. No hay peor dictadura que la que se impone en nombre de Dios. En nombre de esa creencia se hicieron muchas guerras santas a lo largo de la historia de la humanidad. Y lo más grave es que se siguen haciendo aún hoy. ¡Cuántos años duró la guerra del Ulster entre protestantes y católicos! Los judíos y los musulmanes se enfrentan en Palestina. Los musulmanes y los hindúes se enfrentan en la India. Los marxistas han llevado a cabo revoluciones cruentas con muchos millones de muertos y han implantado crueles dictaduras. Los nazis hicieron la depuración racista, seguramente la más cruel de la historia humana conocida.  Y todos ellos animados por esa creencia: la de ser el Pueblo Elegido para salvar al resto de la humanidad.ETNOCENTRISMO Y MITO DEL PUEBLO ELEGIDO

No deja de ser una terrible ironía: querer llevar la salvación matando o subyugando a todo aquél que no la quiera recibir.

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Símbolos de las religiones abrahámicas. Cada una de ellas dice ser el Pueblo Elegido para salvar a la humanidad.                          …………………………………………..

 

2-¿Por qué un mito?

 Porque es una de esas creencias, que no poseemos, sino que mas bien nos poseen sin que ni siquiera nos demos cuenta de que somos poseídos por ellas. He dedicado varias de mis publicaciones al análisis de esas creencias de nuestra cultura occidental. Sólo conociéndolas podremos cambiarlas, si vemos que traen malas consecuencias para una convivencia pacífica entre pueblos y personas. Y esta creencia de que hay un Pueblo Elegido, ya sea elegido por Dios o por la dialéctica de la historia, ha traído consecuencias terribles en nuestra historia, tanto de la más reciente como de la de siglos pasados.

 

3- Contenido básico del mito

 Defiende que Dios ha elegido a un pueblo muy concreto para ser el depositario de todos sus planes para con el resto de la humanidad y del Universo entero. Los demás pueblos, religiones y culturas, si quieren salvarse o llegar a la plenitud de su desarrollo, tendrán que terminar formando parte algún día de ese Pueblo Elegido. Ese pueblo es el único poseedor de la Verdad con mayúscula o Verdad Absoluta y nadie podrá acceder a la plenitud de esa Verdad si no es a través de ese pueblo. Él es la llave del porvenir de la humanidad. Es, por tanto, un pueblo superior a todos los demás en dignidad y en conocimiento. Es el más próximo a la Divinidad.

Esa superioridad abalada por Dios hace que los hijos de ese pueblo se consideren con derecho a imponer, por las buenas o por las malas, la Verdad de la que se consideran únicos poseedores. Ese complejo de superioridad les hace creerse en posesión de derechos especiales, que los demás pueblos no tienen. La Verdad tiene todos los derechos, el error, ninguno, dicen.

Y ese gran privilegio se lo atribuyeron, y lo siguen haciendo, el judaísmo, el cristianismo, el islam, el marxismo y el nazismo, aparte de otros pueblos menos conocidos entre nosotros, como los cogi de Guatemala, los guaranís o los aztecas.

 

4- -El porqué de mi libro

La causa de esta investigación es la enorme trascendencia histórica que ha tenido este mito, siendo la justificación de Guerras Santas y Sagradas Revoluciones, y su sangrante actualidad. Recordemos algunos hechos históricos:

-Las antiguas guerras de Jahvé de los judíos
-Las Cruzadas y la Inquisición de los cristianos
-El Yihad de los musulmanes
-La Santa Revolución de los marxistas.
-La guerra de los nazis.
-las revoluciones del marxismo
-el yihad de los islamistas
-la radicalización del hinduismo.

Este tipo de análisis no se atreven a hacerlo los seguidores incondicionales de esas grandes religiones. Y si se atrevieran a hacerlo, sería tachados de herejes, apóstatas o contrarrevolucionarios. Yo me siento libre para hacerlo, aunque he encontrado muchas trabas para poder publicarlo.

Abraham, Isaac y Yahvé

Sacrificio-de-Isaac Mito del Pueblo Elegido
El acontecimiento del Sacrificio de Isaac por parte de su padre Abraham y la intervención de Yahvé representan el punto culminante de la elección del Pueblo de Israel como mediador de la salvación divina para toda la humanidad. Israel es el único Pueblo Elegido por la Divinidad.

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4- El porvenir de la paz depende en gran medida del desenmascaramiento de mitos como éste.Pluralidad de religiones y pluralidad de culturas

 El porvenir de la paz entre los seres humanos pasa por el abandono total de este mito o creencia del Pueblo Elegido. No es la única causa de las guerras pasadas y actuales, pero es una de las más poderosas. Una humanidad sin Pueblo Elegido será siempre una humanidad más segura.

Basta recordar los miles de millones de muertos que se deben a las Guerras de Yahvé y a la estrella de David; las que causó el emblema de los Cruzados y el de la Santa Inquisición cristiana; las que trajo y sigue aún hoy provocando el yihad islámico de carácter político-religioso y la bandera de la Media Luna; las que se deben a la Santa Revolución marxista o las que arrastró consigo la Cruz Gamada del nazismo.

Sin embargo, ni el judaísmo, ni Benedicto XVI, ni el islam ni el marxismo ni el nazismo han renunciado a esa creencia. Sigue ahí alimentando guerras como las que cité anteriormente. Sigue ahí presente en los discursos del anterior Papa, a pesar de las apariencias de diálogo interreligioso que quiso transmitir (Véase su encíclica Dominus Jesus). Las dictaduras marxistas van cayendo por sí solas, pero esta creencia sigue presente en su doctrina y en sus programas. En el islam constituye la fuerza fundamental de sus movimientos y de sus actuaciones fanáticas. El nazismo se mantiene agazapado en varios países de Europa.

Por todo ello, he considerado que era necesario desenmascarar este mito. Y ese es el objetivo central de este libro

 

5- Consecuencias de la anulación de este mito

 Sólo citaré algunas. Para desarraigarlo en sus creyentes es necesario revisar algunos dogmas que lo alimentan y mantienen. Se hace imprescindible lo siguiente:

-Una revisión de dogmas claves de esas grandes religiones

-El judaísmo tendría que renunciar al supuesto derecho divino de poseer en exclusiva una Tierra Sagrada y de ser el dueño exclusivo de la verdadera Escritura Sagrada o Palabra de Dios escrita.

-En el caso del cristianismo, por ejemplo, conlleva a la renuncia de la divinidad de Jesús de Nazarez y del dogma de la Santísima Trinidad, ejes fundamentales de su credo. Eso no conlleva en absoluto la renuncia al mensaje evangélico de Jesús.

-El Islam tendría que renunciar a la creencia de que Mahoma es el último y definitivo Profeta y a que el Corán es el último y definitivo depositario de la Verdad Absoluta

-El marxismo tendría que renunciar a su dogma de la misión redentora en exclusiva del Proletariado. Tendría que someter a revisión profunda sus propios dioses que analizo en otros libros: La Divina Materia, la Santa Revolución, el Proletariado redentor, el Pueblo excluyente y el Partido todopoderoso.El Panteón de los Dioses Marxistas. La Santa Revolución marxista como Diosa Suprema social

-El nazismo está prácticamente desaparecido, pero aún tiene células vivas que mantienen sus creencias en la superioridad y función salvadora del Pueblo Alemán, así como su racismo. Parece reavivarse en los últimos tiempos. Por eso es muy importante desmontar sus mitos.

Como se puede ver, la renuncia a este mito exige una revisión profunda de los mismos fundamentos de esas religiones. De momento no creo que sus jerarcas estén dispuestos a hacer esa revisión ni a aceptar las renuncias que la caída de este mito conlleva. Pero por algo hay que empezar. Y el desmontaje filosófico del mito es el primer paso a dar. Y debiera formar parte de la educación en todos sus niveles.

 

 6– El mito del Pueblo Elegido se autodestruye a sí mismo.

El hecho histórico de que haya varios pueblos que reclaman para sí y en exclusiva ese privilegio divino pone en evidencia que es un mito insostenible. Y el hecho también histórico de que cada uno de esos pueblos quiso demostrar a los demás que él era el Pueblo Elegido y esa demostración siempre terminó en usar la guerra como medio para ello, ese hecho también demuestra que se trata de un mito. No sólo insostenible, sino también tremendamente agresivo y generador de violencia.

Para que este mito pierda su fuerza y deje de actuar como un motivo para la guerra y la violencia lo mejor es someterlo a un análisis filosófico, que es lo que yo hago en este libro.

En las conclusiones del libro desarrollo estas y otras consecuencias de la eliminación de este mito para esas religiones y para el futuro de la humanidad.

 

7- El principio de relatividad cultural como principio democratizador entre culturas y, por tanto, entre religiones. Rechaza de raíz el mito del Pueblo Elegido.Pluralidad de religiones y pluralidad de culturas

 Desde siempre, el ser humano busca la Verdad con mayúscula. Así se comprueba en las distintas religiones que crea y en los distintos sistemas filosóficos que desarrolla. Tiene esa capacidad de preguntar por la Verdad absoluta, pero no tiene capacidad para dar la Respuesta absoluta. Por eso, cuando algún pueblo, alguna religión, alguna ideología, diga que ya la tiene y que la tiene en exclusiva, está timando al resto de los pueblos y religiones. Esta denuncia, que puede parecer un verdadero sacrilegio para los que se creen poseedores de ese privilegio, es hoy más necesaria que nunca para poder fomentar un entendimiento de fondo entre los distintos pueblos y culturas.

La actual mundialización de los medios de comunicación y transporte pone a todos los pueblos de la humanidad en contacto unos con otros, como seguramente nunca anteriormente ha sucedido. Por eso, es necesario desmantelar creencias y dogmas excluyentes y agresivos, como es el mito del Pueblo Elegido.

 

CONCLUSIÓN

El descubrimiento de estas creencias-mito ayuda a descubrir la “democracia” radical que existe entre las distintas culturas de la humanidad: que no hay unas superiores a otras en cuanto a valores éticos, religiosos, morales o artísticos.PRINCIPIO DE RELATIVIDAD CULTURAL contra dogmatismo, relativismo y etnocentrismo Sí hay diferencias de tipo científico-técnico, que crean superioridad e inferioridad en esos campos en cuanto éstos contribuyen al poder político y de manipulación de la Naturaleza. Pero decir que “soy superior” en ciencia y en técnica no significa que sea superior en arte, en moral, en religión, etc.

Milonga del Moro Judío
Por cada muro un lamento
En Jerusalém la dorada
Y mil vidas malgastadas por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
Y, aunque sangro de tu herida,
Y cada piedra querida
Guarda mi amor más profundo,
No hay una piedra en el mundo
Que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío,
Que vive con los cristianos,
No sé qué Dios es el mío
Ni cuáles son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
No hay un bando ganador,
No hay nada más que dolor
Y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela,
No importa el disfraz que viste.
Perdonen que no me aliste
Bajo ninguna bandera.
Vale más cualquier quimera
Que un trozo de tela triste.
Yo soy un moro judío,…
Y a nadie le di permiso
Para matar en mi nombre.
Un hombre no es más que un hombre
Y, si hay Dios, así lo quiso.
Rumbo también del olvido
No hay doctrina que no vaya,
Y no hay pueblo que no se haya
Creído el Pueblo Elegido.
Yo soy un moro judío, …
(Letra y música de Jorge Drexler)

[1] Desarrollo este principio en otras publicaciones.

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