LA EDUCACIÓN Y SU MANIPULACIÓNhttp://Nueva educación. hombre nuevo
Los enemigos de la democracia aprovechan la libertad de enseñanza para ideologizar a los niños y a los jóvenes. Si llegan a gobernar, entonces buscan eliminar la libertad de enseñanza e imponer sus leyes de educación monocolor YA SEA IDEOLÓGICA O CIBERNÉTICA. En el caso de los marxistas, se trata de una educación religiosa en los dioses y creencias marxistas. La ideología marxista tiene una fuerte presencia en los centros educativos españoles, sobre todo en las universidades. Pero más poderosa aún que esa manipulación ideológica es la que en estos tiempos se está llevando a cabo mediante las máquinas cibernéticas. Su capacidad de manipulación es tal que consigue que las masas sean felices con los contenidos que ellas transmiten. anula la capacidad de desarrollar algún pensamiento revolucionario. Es la dictadura perfecta.http://Los ordenadores nunca llegarán a ser inteligentes en sentido estricto Por eso, la educación y su manipulación merecen, al menos, una breve reflexión.
……………………
Educación, Filosofía, Historia y Religión
Durante los años que llevamos de democracia se han sucedido varias leyes de educación. Cada gobierno, sea de izquierdas o de derechas, fue sacando su propia ley. Es una prueba evidente de la importancia que le dan. No es para menos.
Sin embargo, a lo largo de esa historia legislativa, las llamadas Humanidades fueron marginadas progresivamente por unos y otros. La historia ha sido manipulada interesadamente sobre todo en Cataluña y País Vasco, sin que los sucesivos gobiernos centrales hiciesen nada para evitar o contrarrestar esa manipulación.
Llevamos ya varias generaciones de jóvenes con un conocimiento de la historia de España muy deficiente en general y especialmente tergiversado en esos casos citados.
A eso hay que añadir el hecho ya antiguo de que un número importante de la Historia Moderna está siendo impartida, en muchos casos. por historiadores de confesión declaradamente marxista y que dan esa asignatura exclusivamente desde la visión dialéctica de la historia de esa confesión ideológico-religiosa.MARXISMO, RELIGIÓN DEL ODIO
Los gobiernos de izquierda han ido restringiendo cada vez más la colaboración económica de los colegios concertados y, mucho más, de los privados, a pesar de que los hijos de sus jefes suelen ir precisamente a esos colegios. se podrían citar varios ejemplos.
Con el empuje político de las múltiples sectas del Partido Comunista, se presiona cada vez más para suprimir del todo la colaboración económica a los colegios concertados, sin tener en cuenta el importante servicio educativo que aportan a la sociedad.
Justifican esa presión contra la enseñanza no estatal con la excusa de que la educación pública debe ser laica y religiosamente neutral. En realidad, sin embargo, lo que buscan es que las conciencias de niños y jóvenes estén libres, para inculcarles su propia ideología marxista, que es otra forma de religión, como dejo bien demostrado en varias de mis publicaciones.
Los gobiernos de centro derecha parece que quieren presumir de ser más neutrales que nadie y, poco a poco, van cediendo a esas presiones de la izquierda. Su última ley de educación es verdaderamente lamentable desde el punto de vista humanista. Después de ir suprimiendo paulatinamente la asignatura de Filosofía, han terminado por darle la puntilla final y, además, dejan la asignatura de Religión reducida a presencia simbólica.
Historia, Filosofía y Religión, aparte de otras asignaturas, claves en la formación humanista de cualquier pueblo, están recibiendo un verdadero abandono por parte del Estado.

Un pueblo que no tenga un buen conocimiento de su historia tiende a desaparecer. Pierde conexión con sus raíces. Se queda desfondado, se vuelve inseguro e incapaz de trazarse un horizonte que le sirva de elemento cohesionador de su vivir cotidiano. Pueblo que ignora su historia es un pueblo desorientado. Y, peor aún, pueblo que manipula y tergiversa su historia termina siendo víctima de sus propios errores. La misma Historia con mayúscula nos da buenas lecciones de todo eso.
En cuanto a la formación filosófica en Occidente hace falta ser muy ignorante para no darse cuenta de la enorme influencia de esa formación para el desarrollo de toda su cultura. Que la cultura no es sólo tecnología y máquinas.
Educación y máquinas cibernéticas
Actualmente asistimos a un dominio de las máquinas sobre las personas. Se ven por todas partes personas de todas las edades con el móvil en las manos, absortos por lo que ven y oyen. Si les pides que prescindan de él dos dos o tres días, se encuentran descolocados. Incluso les entra cierto nerviosismo. La maquinita manda.
Para colmo, hay mucha gente, incluso profesores, que creen que las modernas máquinas (ordenadores de todo tipo y nivel) son verdaderamente inteligentes por su rapidez y capacidad para resolver problemas y crear obras de arte.
Tenemos un ser humano “muy moderno”, pero verdadero esclavo de las máquinas, que él mismo crea. No vive para sí ni para los demás. Vive para la máquina. En cualquier sala de espera o en cualquier medio de transporte público, por citar algún ejemplo, los presentes no conversan entre sí, ni siquiera se saludan. Cada uno vive como si estuviera atado a su móvil.
La enseñanza se hace depender cada vez más de los ordenadores, las tabletas y los móviles. Incluso se está extendiendo el modo de dar las lecciones por ordenador. El contacto profesor-alumno se debilita cada vez más. La educación mediante la convivencia, a pesar de su enorme importancia, se está perdiendo tanto en la familia como en la escuela. En cada vez más empresas los empleados hacen su trabajo mediante un ordenador. Ese es su compañero durante muchas horas de su vida. Las nuevas máquinas se interponen entre unos y otros.
Solo unos pocos controlan todas esas herramientas. ellos manipulan a su antojo las mentes y los corazones de la gran masa. Tenemos el clamoroso ejemplo de cómo se manipulan los resultados electorales. Es muy difícil que haya unas elecciones democráticas verdaderamente limpias. Y, para colmo, ahora aparece la IA.
Aborregadas las masas, resulta fácil dirigir a distancia sus voluntades.
Pues bien, esto se puede, al menos, contrapesar con una formación filosófica, que motive a pensar, a someter al juicio crítico de cada uno y a tomar decisiones valientes frente a toda esa descarada manipulación mediante los medios actuales de comunicación.
La Filosofía está en el origen del desarrollo del pensamiento racional y científico de nuestro pasado. Si Occidente tiene el desarrollo científico y tecnológico más poderoso de la humanidad actual es precisamente porque ha tenido un poderoso pensamiento filosófico ya desde los griegos.
Ella consiguió la superación del pensamiento mitológico, contribuyó poderosamente a contrarrestar el fanatismo religioso e ideológico de todo tipo. Dejó libre la mente para que pudiera desarrollarse el pensamiento científico. Gracias a ella se fueron creando e independizando las diversas ciencias actuales. No se olvide que Bacon, Descartes, Newton, Copérnico, galileo, etc. fueron filósofos.
Hoy, sin embargo, hay una corriente de desprecio a la Filosofía. Muchos y prestigiosos científicos la desprecian, pero, sin darse cuenta, la sustituyen por otra camuflada en sus abundantes teorías. Hay cierta “vergüenza filosófica”, que afecta incluso a ciertos filósofos, que se avergüenzan de la parte más fundamental de la filosofía, que es la Metafísica.
Filosofía la hacemos todos, aunque no seamos conscientes de ello y aunque de forma expresa la rechacemos. Lo dejo ampliamente argumentado en mi libro El baile de la ciencia y la metafísica. Una respuesta a Stephen Hawking.
Los científicos no deberían desconocer el origen filosófico de sus respectivas ciencias que, aunque tengan su propia independencia epistemológica, no dejan nunca de tener fundamentos filosóficos, que están más allá de su propio método y de sus experimentos. Toda ciencia se fundamente en creencias y postulados, que siempre e inevitablemente son pre-científicos.
Abandonar la filosofía en nuestro sistema educativo es abocarnos a ignorar los orígenes de nuestras ciencias y de sus desarrollos tecnológicos. Occidente presume mucho de ellos a la vez que desprecia sus orígenes filosóficos. Ahí están las sucesivas leyes de educación de la democracia española, que han ido reduciendo cada vez más el peso horario de la asignatura de Filosofía. Sus Facultades universitarias están medio vacías. “La Filosofía no da dinero”, me dijo un señor con muchos millones de euros.
Por otra parte, la Filosofía es la asignatura que mejor puede desarrollar nuestra capacidad de análisis y de discernimiento en medio de esa inflación de información que nos acosa por todas partes.
Es el mejor antídoto contra el borreguismo de las masas, que es el peor enemigo del sistema democrático de convivencia. La masa aborregada es el mejor caldo de cultivo para el dictador populista, que se presenta siempre como el salvador de todos sus males.
Hoy resurgen populismos de izquierdas y de derechas (La Pen en Francia, D. Trump en EE.UU, Pablo Iglesias en España, Chaves y Maduro en Venezuela, etc.). Los sistemas democráticos no han sabido dar una formación histórica y filosófica a sus generaciones de jóvenes y éstos, mentalmente desarmados, se agarran a esos salvadores, cuyos paraísos y promesas no se diferencian mucho de aquellos que prometen los fanáticos de las religiones (Hoy destacan los del Islam). Para todos ellos, la solución real es acabar con el sistema democrático e imponer la dictadura correspondiente a su ideología.
En cuanto a la religión dejo ampliamente desarrolladas las bases de una nueva formación religiosa en mi libro El problema de la religión. En él dejo bien argumentado que el ser humano es religioso por naturaleza y en qué consiste esa esencial religiosidad. La primera edición de ese libro se titula Una religiosidad y muchas religiones, publicado por la Universidad de Oviedo. Y es que esa religiosidad que todo ser humano lleva en su interior se puede expresar y realizar de muchas maneras, en muchas religiones distintas.
Cada una de ellas quiere ser la verdadera expresión de esa religiosidad. Yo digo que todas son verdadera expresión de ella, pero que ninguna de ellas tiene la exclusividad de serlo. Ninguna es la única verdadera. Cada una tiene su propia verdad.LAS CASAS DE LA VERDAD
La religión cristiana impregna toda la cultura occidental
En Occidente tenemos una religión, el cristianismo, que impregna todas nuestras manifestaciones culturales: el Derecho, incluida la famosa Carta de los Derechos Humanos, el Arte, etc. ¿En qué quedaría la historia del arte occidental, si lo limpiáramos de todas las obras que tengan inspiración de la fe cristiana?
No podemos liberarnos de esas raíces por muy laicos que queramos ser. Todo el sistema democrático de nuestras sociedades tiene orígenes en el pensamiento cristiano. Sólo la ignorancia de nuestra historia lo puede negar.
Pues bien, querer suprimir toda formación religiosa en nuestro sistema educativo en nombre de una supuesta laicidad, es dejar el campo despejado, para que lo ocupen otras formas de religión no cristianas como la marxista, el islam, determinadas sectas, etc.
Ya propuse en alguna de mis publicaciones que la mejor forma de afrontar la formación religiosa desde la perspectiva del Estado democrático sería la impartición obligatoria para todas las especialidades universitarias de una buena disciplina de Historia de las Religiones, otra de Antropología Cultural, aparte de la Historia de la Filosofía. Eso requeriría tener licenciados en esas disciplinas, competentes para llevar a cabo esa formación.
La formación religiosa específicamente cristiana quedaría a cargo de la Iglesia Católica y otras corrientes del cristianismo, como asignatura optativa no evaluable. Conocer la fe cristiana y sus creencias es también una forma de entender nuestra propia historia. Si Jesús de Nazarez no hubiera existido, la cultura occidental habría sido muy diferente. Creer en su mensaje como preferencia por los más débiles de la sociedad ayudará y mucho a tomar conciencia de las injusticias sociales que infectan nuestra sociedad como antes sucedió con el imperio romano y sus persecuciones a los cristianos.
Un joven sin formación en Historia, en Filosofía y sin una religión que dé sentido último a su vida, es un joven mentalmente desarmado y que puede ser víctima del primer salvador populista que se le presente. No tendrá armas mentales para afrontar tanta información como se le ofrece. Será una persona que no se atreve a pensar, como decía Kant a sus alumnos, y se conformará con que otros piensen por él.
Dado el poder de los actuales medios de comunicación, que absorben la mente de niños, jóvenes y mayores, la formación humanista y religiosa es más necesaria que nunca.
Las nuevas redes de información no se rigen por el principio de responsabilidad moral, sino por el de intereses de poder político y económico. El peso de la educación familiar, tan importante para sentar las bases de la personalidad de los niños, se ha visto sustancialmente disminuido.
Como ya profetizó Aldous Huxley, la tecnología toma el control y los humanos ya estarían, sino que ya están (matizo yo), perdiendo su humanidad.