El Espíritu Santo en la teología católica

 

El Espíritu Santo

en la teología católica

ESPIRITU-SANTO El Espíritu Santo en la teología católica
El Espíritu Santo en la teología católica  (Wikipedia)                                                    ……………….

Quiero tocar aquí otro tema fundamental de la teología católica, que los cristianos de a pie viven de forma casi inconsciente. Es el dogma del Espíritu Santo como tercera persona de la Santísima Trinidad. Se dice que esta persona asiste al Papa, para dirigir de forma infalible a toda la Iglesia. Asiste a todas las instituciones vaticanas en esa gobernanza. Asiste e inspira a todos los miembros de la jerarquía desde el Papa hasta el último sacerdote en el ejercicio de sus funciones religiosas. También ayuda a personas particulares, principalmente a aquellos que terminan siendo canonizados como “santos”.

En una palabra, se trata de una fuerza espiritual, que ejerce una fuerte influencia en la vida de los católicos, formando parte de la llamada “señal de la cruz”, que tantos creyentes hacen diariamente: al levantarse, al salir de casa, al entrar en el campo de futbol o de otros deportes, durante los distintos ritos sacramentales, etc. etc. Se trata de una personalización de lo que se entiende como Fuerza del Bien. Es un fenómeno tan corriente y que se hace casi automáticamente que los creyentes no siempre son conscientes de por qué se hace.

Aquí quiero rastrear cómo una fuerza espiritual, con funciones y características muy similares, se da en otras tradiciones religiosas. No se trataría, por tanto, de algo nuevo y exclusivo del cristianismo, como se da a entender en la educación católica.

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Zaratustra

El profeta Zaratustra sintetiza la historia de la humanidad como una lucha entre la Verdad y la Mentira. Ambas tienen su proyección en el Más Allá, en la Casa de la Verdad (el Cielo) y la Casa de la Mentira (el Infierno). Son dos fuerzas que tienen cada una su propio protagonista: el dios supremo Ahura Mazda, personificación del Bien, y Ahrimán como personificación del Mal.

Esta guerra también se resume en la lucha entre Spenta Mainyu o “espíritu bueno” (se puede llamar “Espíritu Santo”) y Angra Mainyu o “espíritu malo” (el equivalente del Diablo en la Biblia).

Ahura-Mazda El Espíritu Santo en la teología católica
El Espíritu del Bien se personifica en  Ahura Mazda o Dios Supremo.  El Espíritu Santo en la teología católica   es una personificación similar.               …………………….

 

Ahriman-dios-del-mal-en-el-zoroastrismo-595x421 El Espíritu Santo en la teología católica
El Espíritu del Mal o Angra Mainyu se personifica en Ahrimán, dios del Mal.               ………………….

 

Egipto

También en la cultura egipcia. La idea del Mal se personifica en Seth, hermano de Osiris y al que mató descuartizándolo y repartiendo sus restos por todo Egipto. Es un mito muy parecido al mito bíblico de Caín y Abel, otra personificación del Mal y el Bien.

SETH-DIOS-EGIPCIO El Espíritu Santo en la teología católica
Seth. Representa, para los egipcios, la violencia, los conflictos, el caos y el Mal en general. Es lo opuesto a Maat, diosa de la Verdad y la Armonía.                         ………………………

 

Thot-dios-egipcio-de-la-Sabiduria El Espíritu Santo en la teología católica
Thot Dios egipcio que personifica la Sabiduría y otros atributos divinos. …………….

Hinduismo

También en la Trimurti hindú: La idea-fuerza de la Creación se personifica en el dios Brahma. La idea-fuerza de la conservación del orden del Universo actual se personifica en el dios Vishnu. La idea-fuerza del cambio, la revolución y la innovación se personifica en el dios Shiva. La idea del tiempo, la oscuridad, la muerte y la violencia se personifica en la diosa Kali, que tiene, además, otras muchas atribuciones. Es la “energía” desbordada de su esposo Shiva. Representa la fuerza airada y destructiva a la vez que regenerativa de la divinidad.

KALI-DIOSA-HINDU-DEL-mal El Espíritu Santo en la teología católica
El Espíritu Santo en la teología católica  es una personificación de una idea o fuerza como sucede con la diosa Kali hindú que personaliza la fuerza de la violencia y del mal  …………………

Personificación o hipostatización de las Ideas en Platón

 No voy a recoger aquí la doctrina platónica de las Ideas ni voy a entrar en la discusión de cómo se ha de interpretar esa doctrina. Aquí sólo interesa su afirmación de que las Ideas son eres reales y autoconsistentes.

Esta doctrina platónica es un ejemplo muy claro de cómo la mente humana tiende a hipostasiar o hipostatizar ciertas ideas abstractas. Hipostatiza la Sabiduría; por eso hay una diosa de la Sabiduría (Sofía, entre los griegos) en muchas culturas. Hipostastatiza el Mal: por eso hay un dios del mal en prácticamente todas las culturas conocidas: Diablo, Satanás, Iblis, Ahrimán, Seth, etc.

Las Ideas en Platón son seres divinos, inmortales, espirituales, universales, eternos, innatos y evidentes. Constituyen la esencia de todas las cosas. Son inaccesibles a los sentidos y constituyen la verdadera realidad, sólo accesible a la razón.

Hay ideas que se podrían calificar de absolutamente universales: la Justicia, el Bien o la Belleza. Luego están las Ideas propias de cada especie: la idea o esencia del hombre, del pez, del árbol, etc. Se entiende que están jerarquizadas: las menos universales se integran en las más universales.

Aristóteles, con razón o sin ella, acusó a Platón de hipostasiar las Ideas universales. Ahora bien, la tendencia de la mente humana a hipostasiar o convertir en personalidades autoconsistentes determinadas ideas abstractas es tan frecuente que parece “natural” o innata.

Islam

En el islam, la Idea del Bien se identifica con Alah, única personificación de la Divinidad. La Idea del Mal se personifica en Iblis, que significa “privado de toda bondad”. También tiene el nombre de Shaitán (equivalente a Satán o Satanás en el cristianismo).

 

Iblis-dios-del-mal-en-el-islan El Espíritu Santo en la teología católica
El Espíritu Santo en la teología católica es un caso más como sucede en el islam con la personificación de Iblis,  personificación coránica de la idea del Mal. ……………..

 

Marxismo

El comunismo marxista personaliza o hipostasia dos grandes ideas: la Idea del Capitalista, que representa el Mal, y la Idea del Comunismo, que representa el Bien; el Bien Absoluto y el Mal Absoluto respectivamente.

Capitalista-como-fuerza-del-mal.-Comunista-como-fuerza-del-bien-595x335 El Espíritu Santo en la teología católica
(Imagen tomada de Wikipedia) Capitalismo como Fuerza del Mal. Comunismo marxista como Fuerzan del Bien.                                                 ………………..

Personaliza y diviniza, además, las ideas abstractas de Proletariado, Pueblo, Partido y Materia.

Revolucion-marxista El Espíritu Santo en la teología católica
La idea del Espíritu Santo en la teología católica es idea o fuerza personificada.  Sucede como con las Santa Revolución marxista. La Santa Revolución marxista es un caso muy actual de la personalización de Ideas abstractas. Representa algo muy similar a la función del Espíritu Santo en el cristianismo: es la fuerza que mueve a todos sus creyentes e instituciones.       ………………

 

El Espíritu Santo de los cristianos[1]

El Espíritu Santo es presentado como la tercera persona de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Para sostenerlo, es necesario creer primero que Jesús de Nazarez es Dios Jesús y su divinidad como creación humanma y que el Espíritu Santo también es Dios. Sin embargo, no se trata de tres dioses, sino de un solo Dios, que se manifiesta de tres maneras: como Padre creador, como Hijo redentor y como Espíritu Santo animador de la vida cristiana.

No voy a entrar aquí en la complicadísima explicación que los teólogos dan de este dogma. Sobre él se han escrito gruesos volúmenes.[2] A la vez se intenta dar a entender este misterio como algo que, al menos, no es repugnante a la razón humana y también como algo que la razón humana no puede comprender. Sólo puede ser objeto de fe.

En este titánico esfuerzo para explicar este misterio se deja ver la tendencia trinitaria que se da en las distintas vertientes de la cultura indoeuropea. Ya desarrollé en otro artículo de mi web  la similitud entre la Trinidad cristiana y las trinidades de otras religiones: la Trimurti hindú: Brahma, Vishnu y Shiva; la egipcia: Osiris, Isis y Horus, etc. Es decir: la visión trinitaria de Dios no es original del cristianismo católico, aunque haya distintas explicaciones de ella.

Durante los cuatro primeros siglos del cristianismo hubo acaloradas discusiones sobre la divinidad de Jesús de Nazarez. El Concilio de Nicea (325 d. C.) proclamó que Jesús era verdadero Dios en contra de lo que defendía la escuela teológica de Antioquía, que representaba a los cristianos de Medio Oriente. Se puede decir que la mitad de los cristianos negaba esa divinidad. Ésta fue confirmada posteriormente en el Concilio de Constantinopla (381 d. C.), porque las discusiones todavía seguían muy vivas.

La afirmación de la divinidad del Espíritu Santo está estrechamente ligada a la de la divinidad de Jesús.

En Wikipedia se difunde esta visión del Espíritu Santo:

El Espíritu Santo testifica de la verdad. Él es la fuente del testimonio y de la revelación personal. Puede guiarnos para tomar decisiones y nos protege del peligro físico y espiritual. Se le conoce como el Consolador, y puede calmar nuestros temores y llenarnos de esperanza.

Es, por tanto, un verdadero Ángel de la Guarda. Se repite una y otra vez que se trata de una persona divina distinta del Padre Y del Hijo y que tiene una serie de atribuciones propias.

El texto oficial sobre la Santísima Trinidad dice:

El Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo. Es un ser personal, que se manifiesta y opera como un ser de naturaleza intelectual. No es necesario que tenga operaciones exclusivamente propias, pero se le atribuyen algunas, para que resalte su personalidad como distinta (a la del Padre y a la del Hijo)[3].

Esta es la visión católica, que también comparten los cristianos ortodoxos y varias confesiones protestantes. Sin embargo, hubo y hay otras comunidades cristianas, como los unitarios, los arrianos y los triteistas, que no aceptan esa interpretación.

Esta diversidad de opiniones cristianas ya es un argumento importante para deducir que la doctrina católica no es infalible ni mucho menos. Simplemente, es una interpretación más de los textos bíblicos en que se apoya.

Como indiqué anteriormente, la figura del Espíritu Santo tiene muchos antecedentes en otras tradiciones culturales y religiosas. Una religión tan importante como el islam cree que la doctrina de la Santísima Trinidad es puro politeísmo. El islam pertenece a la tradición de Abraham, pero no admite ni la divinidad de Jesús ni el carácter divino y personal del Espíritu Santo.

Y no vele decir que el catolicismo es más racional que el islam, como sostuvo Benedicto XVI en su conferencia en la Universidad de Ratisbona. En realidad, la visión unitaria de Dios es mucho más conforme con la visión filosófica del Ser Absoluto. Desde la filosofía, el principio último o Causa Suprema de todas las cosas sólo puede ser uno.

Conclusión

La figura del Espíritu Santo es un caso más de la tendencia humana a personalizar o hipostasiar ideas, fuerzas e incluso objetos. Entiendo, por tanto, que no pertenece a lo fundamental del mensaje de Jesús de Nazarez.

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[1] Me limito a la teología católica, que he estudiado profundamente. Además, he impartido el tratado De Deo Uno et Trino a los alumnos de Teología en el seminario metropolitano de Oviedo.

[2] Véase, por ejemplo, el libro de texto en los seminarios católicos de España durante muchos años: De Deo Uno et Trino, del jesuita Iosepho M. Dalmau en Sacrae Thologiae Summa II. Edit. BAC. Madrid, MCMLVIII

[3]  CFR. J. M. Dalmau, o. c., p. 234.

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