DEMOCRACIA

Errores y debilidades

de la democracia

Desde la primera democracia griega hasta las de nuestros días se puede observar  cómo la democracia siempre tuvo errores y debilidades internas y externas, que lo hicieron desaparecer.

Las democracias modernas[1] son la expresión menos mala de una forma de gobierno que valora, respeta y defiende la libertad de cada ciudadano. Le reconoce unos derechos que le hace libre frente al poder del Estado. En su sistema de justicia condena y castiga los abusos de poder sobre su súbditos. Proclama la separación de poderes con la finalidad de establecer un equilibrio entre ellos: poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial.

También separa el poder político del poder religioso, ya que el poder religioso es esencialmente jerárquico: se distribuye de arriba hacia abajo, mientras el poder político democrático se distribuye de abajo hacia arriba.  En el sistema religioso, el poder viene de Dios. En el democrático, el poder viene del pueblo.

Para aquellos que aman su libertad y la de los demás, la democracia es el menos malo de todas las formas de poder político. Sin embargo, este sistema de poder tiene sus errores y debilidades. Señalaré algunos que me parecen más importantes.

1-Comete el error de aceptar a los partidos cuya ideología es abiertamente contraria a la democracia, aunque, por táctica política, se autocalifiquen de democráticos y de defensores de los Derechos Humanos. Entre ellos, el Partido Comunista y el Partido Bildu, brazo político de los etarras vascos. También hay que destacar aquí los partidos anticomunistas y que defienden el poder político dictatorial. Tales fueron el partido nazi de Hitler y el partido fascista de Musolini.ABUSO POLÍTICO DEL LENGUAJE DEMOCRÁTICO

Por este error subió al poder Hitler. La democracia alemana de entonces no supo cortar a tiempo el progreso del partido nazi y llegó un momento en el que democráticamente se le entregó el poder. A partir de ese momento, ya no había vuelta atrás.

Por ese error subió al poder Chaves en Venezuela. Una vez en el poder, se acabaron la elecciones democráticas libres. Se impuso la dictadura comunista bolivariana bajo la apariencia de elecciones democráticas.

Lo mismo sucedió en Nicaragua con la subida al poder de Ortega. También impuso la dictadura comunista.

En este momento en España tenemos en el poder al partido comunista de Pablo Iglesias. Cada vez deja más claras sus intenciones de controlar todo el tejido económico y todas las instituciones delEstado, Ataca sistemáticamente al mundo empresarial y ya ha dejado clara su intención de imponer nacionalizaciones de empresas claves como Telefónica, las Eléctricas, etc.

2-Comete el error de conceder derecho a voto en las elecciones democráticas a aquellos que no respetan sus leyes. Aquí me refiero a toda clase de delincuentes. Se argumenta que el derecho a votar es un derecho humano, que pertenece a la misma naturaleza humana y que, por tanto, no se puede suspender su ejercicio a nadie. Este argumento es un verdadero sofisma, es decir, un argumento aparentemente verdadero, pero que en realidad es falso.

Me explico. Los Derechos Humanos de la Carta de 1948 y documentos posteriores se presentan como naturales y, por tanto, como inalienables. Nada dice de la posibilidad de perderlos, aunque los derechos de un delincuente vayan contra los derechos del ciudadano cumplidor de la ley. El asesino privó del derecho a la vida de su víctima, derecho que ya nunca podrá recuperar. Mientras, el homicida puede recuperar sus derechos cuando haya cumplido las penas. Parece lógico que, dentro de la pena, vaya incluida la pérdida de sus derechos. Ya pierde el derecho de libertad de movimiento. Parece lógico que pierda también el derecho a votar. Si, a pesar de todo, se le concede, me parece que es una auténtica hipocresía.

En mis publicaciones sobre este tema ya he dejado ampliamente demostrado por qué no son naturales ni universales ni inalienables. Son derechos muy importantes para la cultura occidental dentro de cuyas creencias fueron desarrollados y escritos. Pero no son válidos en otras muchas culturas basadas en otras creencias sobre el hombre y la sociedad.  Remito a mis libros y artículos sobre el tema.

Por tanto, entiendo que todo aquel ciudadano que comete delito contra las leyes democráticas debe perder su derecho a votar mientras no cumpla las sanciones que se le hayan impuesto.

Darles ese derecho es dejar de proteger el sistema democrático. Es igualarlos a los demás ciudadanos que cumplen con la ley democrática. La democracia, al darles ese derecho, está haciendo una concesión contra sí misma.

3-El sistema democrático tiende a ser débil en la imposición de sus leyes. Su sistema de justicia tiende a ser  blando bajo la creencia de que todos los delincuentes son recuperables y no acaba de aprender la lección de los que son reiterativos en su delitos y crímenes, con las gravísimas consecuencias para otros. Piénsese en los reincidentes. En estos casos los grandes perjudicados son sus nuevas víctimas, como si los derechos humanos de éstas, incluso el derecho a la vida, fueran menos importantes.

4-Uno de los peores pecados del sistema democrático es la corrupción de sus políticos y la autoprotección que ellos mismos legislan, para que no puedan ser juzgados mientras ostentan el poder.  Son aforados, se dice.

5-Los políticos no suelen dar ejemplo de austeridad ni en sus sueldos ni en su forma de vivir.

6-Otro de los mayores errores es el hecho de que cualquiera, aunque sea un ignorante, puede llegar a los cargos políticos en cualquiera de sus niveles. Acceden a esos cargos personas con muy pobre formación. Abundan los fracasados profesionales que acuden a los cargos políticos como un modus vivendi. Van a la política a resolver su problema personal y no a servir a la sociedad.

7-En nuestra democracia española se permite y se perdona la mentira a los que aspiran al poder y a los que ya lo ejercen. Mentir no tiene consecuencias.

8-En nuestra democracia española se permite la politización de jueces y fiscales lo cual crea desconfianza hacia su labor. Esta politización vicia de raíz el principio de la separación de poderes, tan esencial para un sistema democrático. Piénsese en ciertas asociaciones de jueces y fiscales, que no tienen reparo en mostrar en sus webs sus enseñas ideológicas.LA POLITIZACIÓN DE JUECES Y FISCALES

9-La ideologización de los medios de comunicación crea desconfianza sobre la objetividad de sus informaciones. De hecho, nuestros medios informativos se encuentran alineados con uno u otro partido político.

10-El abuso de la libertad de expresión hace mucho daño a las relaciones sociales entre las personas. En nombre del derecho a la libertad de expresión se permite difamar a los adversarios, ya sean políticos o simples ciudadanos. Una vez más, mentir no tiene consecuencias y ofender a los demás, tampoco.

11-Las listas cerradas de los partidos políticos permiten que se cuelen en ellas personas poco deseables para el votante. El votante no es del todo libre para votar a quien quiere. De esta manera suben al poder personas con un falso apoyo de los ciudadanos.

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[1] No considero democracias a los regímenes comunistas y afines, a pesar de que les gusta mucho autocalificarse de “republicanos” y “democráticos”. Creen ser los verdaderos demócratas, porque ellos son los verdaderos representantes del “pueblo”. Pero el “pueblo” no está constituido por todos los ciudadanos, sino sólo por los afines a su ideología comunista. En nombre de esos afines se creen con pleno derecho a imponer su voluntad a todos, ya sean afines o “extraviados” y “contrarevolucionarios”. En realidad, para esos regímenes, el Pueblo (esta vez con mayúscula) es una idea abstracta convertida en una especie de divinidad sagrada e intocable. No es el pueblo real.