BUDA Y JESÚS
DE NAZAREZ.
Vidas paralelas
El tema BUDA Y JESÚS DE NAZAREZ. Vidas paralelas no es muy conocido entre los cristianos. No forma parte de la asignatura de religión. Sin embargo, creo que es importante para poder valorar mejor la vida y la obra de Jesús así como la imagen que de él se presenta ante los creyentes cristianos.
Empecemos por la figura de Buda. La figura sobrenaturalizada de Buda se describe en el verso budista titulado Lalita-Vistara. Antes de comentarlo, prefiero que el lector lo vea por sí mismo. A continuación, hago un comentario comparando puntos destacados de acontecimientos del nacimiento de Buda y del nacimiento de Jesús. A continuación, destaco otros paralelismos así como diferencias más destacadas entre ambos fundadores de religión.
Este poema describe principalmente el nacimiento milagroso o sobrenatural de Buda y, a la vez, deja entrever otras creencias fundamentales del budismo.
En este trabajo se escribe indistintamente «Budha» o «Buda».
1. El poema Lalita-Vistara
Un canto al nacimiento de Buda
1- En los abruptos y solitarios Himalayas,
Vivía un santo y anciano sabio,
De cuerpo encogido y doblado por la edad,
Curtido por la meditación profunda.
………..
2- Cuando el gran Buda nació,
La gloria de la raza Sakya,
Dotado con todas las gracias sagradas,
Para salvar al mundo doliente y desamparado,
…………..
3- A-Contempló extraños portentos, signos que enseñaban
A los sabios que ese tiempo auspicioso
Era testigo de algún sublime acontecimiento,
cargado con una bendición universal.
B-El cielo estaba atestado con dioses dichosos,
Él escuchó sus voces, que alegres cantaban
Pronunciando fuertemente el nombre de Buda
Mientras que los ecos prolongaban sus claros sonidos.
…………..
4- A-Investigando la causa, a lo largo y ancho
Se extendió la visión del sabio;
Yaciendo sobre una cuna vislumbró
A lo lejos al niño, orgullo de los Sakyas.
B-Con un ferviente anhelo de poder ver a la criatura
De cerca, rendirle homenaje y abrazarle,
A través de los cielos emprendió viaje
Volando como un cisne por arte de magia.
……………
5- A-Llegó a las puertas del rey Suddhodana;
Y solicitó entrar -«Abre, paje real,
Y dile a tu señor que un anciano sabio
Espera autorización para ver al rey».
B-El paje obedeció, y juntó sus manos
Ante el príncipe, diciendo, «Un sabio
De cuerpo encogido y doblado por la edad
Está ante las puertas, mi soberano».
……………
6- A-Y pide humildemente ver al rey».
Suddhodana gritó, «Nosotros damos la bienvenida
A todos con alegría; honrados con su presencia
¡Conduce al santo ante nosotros!»
B-El sabio se presentó ante el monarca,
Y le dio sus bendiciones: «Que tengas salud,
una larga vida, poder y riquezas;
Y que siempre persigas el bien de tu pueblo».
C-Con las debidas formas y respeto
El rey recibió al santo
Y le ofreció asiento; y entonces comenzó:
«Gran sabio, no recuerdo
Haber visto antes
Tu venerable rostro; permite
que te pregunte qué es lo que te trae
Desde tus lejanos parajes»
D-«Para ver a tu hijo -replicó el santo-,
Vengo desde los abruptos Himalayas».
El rey contestó, «Mi hijo duerme;
Aguarda un momento a que se levante»
E-«Personas tan grandes -dijo el Rishi-,
No dejan sus sentidos aletargados por mucho tiempo
Ni son amantes del suave sueño lujurioso;
El pequeño príncipe se despertará enseguida».
F-Las primeras luces despertaron a la maravillosa criatura
Y sus sueños disiparon;
Los brazos de sus padres le abrazaron
Ante la anhelante mirada del sabio.
G-Contemplando al niño tan resplandeciente,
Más glorioso que la raza divina,
Y marcado con todas las nobles señales,
El santo estaba henchido con profundo gozo;
H-Y exclamando, «¡Saludo a semejante criatura,
Bendecida con todos los atractivos!»
……………..
7- Cayó a los pies de Buda,
Con las manos unidas y con gran veneración le contempló.
Luego, tomó en sus brazos al niño,
Y dijo; «Una de estas dos carreras de fama
Esperan en los años venideros
A la criatura en quien se encuentran tales signos.
8- A-Si un ser así permanece en su hogar,
Se convertirá en un rey, cuyo dominio
Supremo, de poderosos ejércitos,
se extenderá a lo largo y ancho de la tierra.
B-Si, desdeñando como vanas las pompas mundanas,
elige llevar una vida tranquila
y se aleja de su hogar y su esposa,
Obtendrá entonces el rango de Buda».
C-Así habló, y contemplando a la criatura,
las lágrimas bañaron sus ancianos ojos;
Su pecho se estremeció con fuertes sollozos;
Sorprendido, el rey Suddhodana preguntó:
D-«Dime, santo varón, ¿por qué te lamentas
Y tan profundamente sollozas?
¿Acaso algún destino maligno acecha a la criatura?
¡Que los poderes celestiales protejan a mi hijo!
E-«Sobre la felicidad de tu noble criatura ningún temor
Me asalta, buen rey -respondió Rishi;
Ningún mal puede acontecer a un niño como éste;
Mi propia triste suerte es la causa de mis lágrimas.
…………….
9- A- Dotado de todas las bendiciones, tu hijo
Obtendrá perfecto conocimiento de la Verdad,
Y alcanzará fama mucho más sublime
De la que cualquier legislador haya podido ganar.
B- Él hará girar, veloz sobre la tierra
Una rueda de conocimiento sagrado, que
Nunca ha sido antes puesta en movimiento
Por sacerdote, sabios ni dioses de antaño.
C- Para bendecir al mundo de los hombres y de los dioses
Para enseñar el camino al descanso y a la paz,
Tu hijo predicará una santa ley:
Una ley de virtud inmaculada.
D- Por él los atormentados hombres serán liberados
De toda debilidad, enfermedad, dolor y pena;
Será aliviado de todos los males
Que el odio, el amor y la ilusión generan.
E- Sus manos desatarán las cadenas de todos
cuantos gimen confinados a terrenales ataduras;
con un toque milagroso curará las heridas de aquellos
A quienes las aguzadas flechas del dolor hostigan.
F- Sus palabras llenas de poder pondrán en fuga
La pesada cortina de densas nubes
que cubren la visión de los desvalidos mortales,
y clarificarán su comprensión intelectual.
G- Por él, los hombres que, ahora sin maestro,
Andan errantes por descarriados caminos,
serán conducidos finalmente a encontrar
una vía perfecta hacia la beatitud eterna.
H- Pero, ¡oh rey!, quizá sólo una vez en muchos años
Florece en algún lugar la higuera;
De igual modo, tras un lapso de incontables edades,
Un Buddha aparece en la tierra.
I- Y ahora, por fin, este afortunado momento
Ha llegado, pues la criatura que acunada
Yace ante tus ojos
Será un Buda en su juventud.
J- Obteniendo total y perfecto conocimiento,
Rescatará a interminables miríadas de seres perdidos
Y zarandeados por las olas encrespadas del océano de la vida,
A los que concederá la inmortalidad.
K- Pero yo soy anciano, endeble y estoy ya acabado;
No viviré para ver el día
En el que esta maravillosa criatura libere
del dolor al desamparado y doliente mundo.
L- Es esta desdichada suerte mía
La que me hace lamentarme y llorar y sollozar;
El triunfo del Buda será ahora ya cercano
Mas, ¡ay! ¡Para mí llega demasiado tarde!»
LL- Cuando, así inspirado, el anciano sabio
Hubo narrado todas las grandezas de la criatura,
El rey glorificó a su maravilloso hijo,
Y cantó, encendido con piadoso fervor:
M- «¡A ti, hijo, todos los inmortales te adoran,
Gran Médico, nacido para curar
Todas las dolencias que los desventurados hombres padecen;
¡También yo caigo postrado ante ti!»
N- Y ahora el sabio -cumplida su misión-
Despedido con toda clase de regalos y cumplidos
Voló como un cisne a través del éter,
y llegó de nuevo a su morada. .
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COMENTARIO COMPARATIVO ENTRE EL NACIMIENTO DE BUDA Y EL DE JESÚS
Estrofa 1: Presentación del anciano sabio o rishi.
Esta estrofa nos coloca en la Naturaleza en la que nace el budismo: los abruptos y solitarios Himalayas, que evocan altura, silencio y frescor, al noroeste de la India. Nos presenta un anciano débil de fuerzas y fuerte de espíritu, que sugiere pequeñez y humildad unidas a una gran sabiduría.
Estrofa 2: Presentación del Gran Buda y de su misión salvífica universal
“Buda” significa “iluminado”. Como adjetivo se aplica a personas excepcionales. Cuando le preguntaron al Dalai Lama que opinaba de Jesús de Nazarez no dudó en aplicarle la máxima valoración que podía hacer desde el pensamiento budista: Jesús es un Buda, es decir, la máxima encarnación del ideal budista de perfección.
No obstante, su atribución más sobresaliente se aplicó a Gautama, fundador del budismo y al que se considera como la novena encarnación de Vishnú, el dios supremo del hinduismo. Dicho de otra manera, el budismo también tiene su encarnación de Dios entre los hombres, como Jesús lo es para los cristianos.
Buda Gautama pertenecía a la tribu de los sakya. Era hijo del rey Sudhodhana y vivió entre los años 563 y 483 a. C. Su doctrina enseña la superación del mundo fenoménico mediante el control de las pasiones, con benevolencia y compasión hacia la humanidad. Su meta es la liberación del alma, superando el dolor físico y toda clase de deseos (el ego individual), y así alcanzar el Nirvana, el cielo más alto, y fundirse con el Ser Supremo.
Buda es un salvador del hombre doliente y desamparado. Considera al ser humano como prisionero del dolor, principalmente espiritual, producido por sus deseos desordenados.
El buda nace como “gloria del pueblo sakya”. Jesús nace como “gloria del pueblo de Israel”. Ambos están ligados a un pueblo determinado, pero su misión es universal.
El Evangelio considera a Jesús como el salvador del hombre prisionero del pecado, una prisión también espiritual. Jesús es redentor.
Buda no es redentor, sino ejemplo del camino que ha de seguir el creyente para ir purificándose a sí mismo a través de las reencarnaciones. La salvación budista hay que ganársela en cada reencarnación. En el cristianismo el hombre es redimido. En el budismo tiene que redimirse a sí mismo.
Esto no quiere decir que el cristianismo fomente la pasividad. Un principio importante de su doctrina es el que dice A Dios rogando y con el mazo dando.
Estrofa 3: Signos sobrenaturales anuncian el nacimiento de Buida:
En esta estrofa del Lalita Bistara se dice que el cielo estaba atestado de dioses dichosos (devas) que alegres cantaban el nacimiento de Buda.
En el nacimiento de Jesús son ángeles los que cantan gozosos: De pronto aparecieron otros ángeles y todos alababan a Dios diciendo: Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra gracia y paz a los hombres. (Luc. 2,13-14).
Estos signos sobrenaturales en el nacimiento del Buda recuerdan también los muchos portentos que rodean el nacimiento de Jesús (Cfr. Luc. 2,8-20). Lo que en el budismo son los dioses secundarios o devas en el cristianismo, y en la Biblia en general, son los ángeles.
Estrofa 4: La visión del sabio rishi sobre el niño Buda
Párrafos:
4-A-Se relata la visión del sabio sobre el niño Buda. Esta visión es similar a la del sabio Simeón sobre Jesús, según las Evangelios. Dice Lucas:
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era muy bueno y piadoso y el Espíritu Santo estaba en él. Esperaba los tiempos en que Dios consolara a Israel. Sabía por una revelación del Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Cristo del Señor (Luc. 2,25-26).
Ahora dueño mío, según tu palabra, dejas libre y en paz a tu siervo; porque han visto mis ojos a tu Salvador, que has dispuesto ante todos los pueblos como luz revelada a los paganos y como gloria de tu pueblo Israel (Juan, 2, 29).
4-B-Aparece la idea de la magia (muy relacionada con los milagros) en el vuelo del sabio hasta la corte del rey Suddhodana. Un detalle más del carácter sobrenatural del nacimiento del Buda.
Estrofa 6
Párrafos:
En estos párrafos se describe la presentación del rishi ante el rey Suddhodana y el recibimiento que éste le otorga. El rey, como todo buen padre se preocupa por el porvenir de su hijo, pero era completamente ignorante de la verdadera identidad de éste.
Según los evangelios de Jesús, el rey Herodes recibe a los Reyes Magos o sabios llegados de Oriente. Herodes también es ignorante de quién es Jesús. Por eso les pide que le informen a la vuelta (Mat. 2,1-12).
6-E-El sabio es llamado Rishi. Los rishi son sabios que aparecen al principio de cada Nueva Edad o era del mundo . Ellos son los que de verdad conocen los Veda o libros sagrados del hinduismo y transmiten su significado a los hombres. Rishi significa “conocedor de la Verdad”.
6-G-El sabio ve en el niño Buda los signos de todo un ser divino, signos que sus padres no ven. Tampoco los signos de Jesús fueron percibidos por sus familiares, hermanos, vecinos y amigos.
Habría que exceptuar a su madre María, que, según el mito de la Anunciación, desde su concepción ya fue informada por el ángel de la verdadera naturaleza de Jesús y su misión salvadora.
Estrofa 7
7-A-El sabio plantea al rey Sodhodhana dos alternativas para su hijo. Él podrá escoger la una o la otra. Las desarrolla en lo párrafo 8. Es una especie de profecía de lo que puede llegar a ser el Buda: o una vida profana de poder y riquezas o una vida ascética que conduce al Nirvana.
Estrofa 8
Párrafos:
8-A-Describe la primera opción: Es una opción mundana. Gautama podría tener gran fama, gran poder temporal y un imperio con un poderoso ejército.
8-B-Describe la segunda opción: Es una opción espiritual, que rechaza las pompas mundanas. Gautama optará por la pobreza material.
Esta segunda opción es precisamente la que marcó desde su nacimiento el camino de Jesús de Nazarez. No es de extrañar entonces que el Dalai Lama haya atribuido a Jesús la categoría espiritual de ser un verdadero Buda.
A continuación, el rishi llora con profundo sentimiento porque, por su edad, ya no podrá ver el triunfo del nuevo reino espiritual que Buda encabezará.
8-E- Las fuerzas del mal contra el Buda.
El sabio deja claro que los poderes del mal no podrán afectar al niño. Tampoco pudieron con Jesús de Nazarez. Recuérdese el episodio de las tentaciones de Satanás en el desierto. El demonio ofrece a Jesús un poderoso reino. La oferta coincide con la primera de las opciones que el rishi profetizó para el Buda. (Luc. 4, 1-13; Mat. 4, 1-11; 1, 12-13).
El Buda, cuando ya era adulto, escogió la segunda opción: la de la humildad, la pobreza y la sabiduría. Jesús ya tenía elegida esta opción desde su nacimiento, naciendo como como un niño ligado a la pobreza y le debilidad material, y la confirmó ante las tentaciones del maligno.
Estrofa 9
Párrafos:
En esta estrofa, el sabio o rishi va desgranando los atributos sobrenaturales del Buda, su sabiduría, su misión liberadora de los males de la humanidad, su santa ley o nueva doctrina y su promesa de vida eterna o inmortalidad feliz para sus seguidores. Todos son atributos que también se aplican a la persona de Jesús.
En el párrafo 9-A, se presenta al Buda como poseedor del conocimiento de la Verdad. Jesús dijo de sí mismo “yo soy el camino, la verdad y la vida”.
En el párrafo 9-B, se hace alusión a la imagen de la rueda, que recoge una de las creencias fundamentales del hinduismo (la familia del Buda era hinduista). Se trata de la creencia o mito de las Edades del Universo, ya citado anteriormente. Es un mito fundamental, que condiciona toda la visión del Universo y de la existencia humana. Este mito supone una visión circular del Gran Tiempo, muy distinta a la visión lineal del mismo en la tradición bíblica. Más adelante aclaro estas dos visiones.
9-B En esta párrafo, se destaca también la novedad del mensaje del Buda con relación a los sacerdotes, sabios y dioses de la tradición del hinduismo a la que pertenecía el mismo Buda.
En el Evangelio se destaca la novedad del mensaje de Jesús con relación a sacerdotes y sabios de la tradición bíblica de los judíos (el Viejo Testamento) a la que también pertenecía.
9-C Buda enseñará una nueva ley, “una ley de virtud inmaculada”. Jesús también trajo una buena nueva que se recoge en los Evangelios o Nuevo Testamento.
9-D y 9-C Esta liberación que se atribuye a Buda es la que se atribuye a Jesús.
9-F Se recoge la imagen de las tinieblas (“densas nubes”), que es muy frecuente en los escritos de los esenios y en la tradición cristiana, para expresar el reino del mal en este mundo por contraposición al reino de la luz, que trae el salvador (Cfr. Luc. 2,32; Ju. 1,5 y 9).
9-G Los que sigan al Buda estarán en camino hacia la “beatitud eterna”. De la misma manera, los que sigan a Jesús. Recuérdese el sermón de la montaña con las bienaventuranzas.
9-H De nuevo se recoge la visión circular del Gran Tiempo en el mito de las Cuatro Edades del Universo.
9-Y La imagen del Buda en la cuna recuerda la imagen de Jesús en la cuna. Una importante diferencia: la del Buda es una cuna real. La de Jesús es un pesebre en un establo.
9-J De nuevo se promete la inmortalidad a los seguidores del Buda.
9-K Se alude una vez más al carácter universal del mensaje de Buda, que busca “liberar al desamparado y doliente mundo”.
9-M y 9-N: Ante la imagen gloriosa que el rishi presenta al rey Sudhodana, éste lleno de gozo lanza su magníficat o canto de alabanza sobre su hijo Gautama.
Un magnícat que recuerda al de la Virgen María cuando el ángel Gabriel le comunica la concepción milagrosa de Jesús en su vientre.
9-Ñ: El sabio desaparece de la misma forma milagrosa con la que había aparecido ante el palacio del rey.
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Diferencias más destacadas a simple vista
Una diferencia importante es la distinta visión del Gran Tiempo que se refleja en la doctrina del Buda y la que se sobreentiende en la de Jesús.
…………….
NB: Llamo «Gran Tiempo» a la forma de ver cómo transcurre el tiempo a nivel universal, tanto del Universo como de la historia humana.
……………
El Buda Gautama no es único. Hubo antes que él muchos otros Budas y los habrá después de él. Él es sólo la encarnación de Vishnu en la Edad del Universo en la que ahora estamos viviendo. El Universo ya tubo otras muchas edades y también otras humanidades. Al final de cada círculo de cuatro Edades el Universo se disuelve y comienza a organizarse uno nuevo.
Vendrán otros Universos, cada uno con su humanidad y su Buda correspondiente. Y es que el budismo, como el hinduismo del que parte, tiene una visión circular del Gran Tiempo . En ella todo se repite. Por eso, los Budas son muchos. Por el contrario, Jesús es único e irrepetible.
La visión circular del Gran Tiempo se recoge también en las sucesivas reencarnaciones de cada ser humano hasta que logra liberarse totalmente de la parte negativa de su karma o suma de las buenas y malas obras en cada existencia. El dogma de la reencarnación es fundamental tanto en el hinduismo como en el budismo.
Muy distinto es el caso de Jesús. Jesús es único. Ni hubo otro antes ni lo habrá después. Y es que en la tradición bíblica judía y cristiana domina una visión lineal del Gran Tiempo. En ella nada se repite. Cada persona es única. El Universo es único. Cada creyente se juega la vida para el Más Allá en una única existencia en el Más Acá.
Estas dos visiones del Gran Tiempo condicionan los dogmas fundamentales y las costumbres de una y otra religión. El contenido y la importancia de ese mito o creencia los desarrollo con detalle en mi libro Los mitos del Gran Tiempo .
Con estas aclaraciones se entiende que la mejor manera de referirse a Siddharta Gautama como Buda es llamarlo el Buda Gautama, como ya se hace en muchos escritos sobre el budismo. Así se da a entender que el Buda Gautama es uno entre otros muchos que ya existieron y otros que existirán.
Por otra parte, “buda” significa un determinado estado espiritual de la persona: el estado de buda, que equivale a estado de iluminación. Esa es le meta o ideal de perfección del budismo. En la presente Edad del Universo Gautama es el Buda Supremo.
Historicidad de Buda y de Jesús
En ambos casos los datos históricos sobre sus vidas son escasos. Los escritos sobre el Buda y su doctrina no se escribieron hasta dos o tres siglos después de su muerte. El más antiguo es el poema épico Budacarita, que es del siglo II a. C. El siguiente en antigüedad es el Lalita Vistara, que tratamos aquí; es del siglo III d. C. Hay otros más tardíos.
Algo muy similar sucede con las Evangelios de Jesús. La fecha más probable de los Evangelios es de principios del siglo II.
Entre la muerte de uno y otro, y la puesta por escrito de sus doctrinas pasa un tiempo, al menos en torno a un siglo, durante el cual las respectivas doctrinas se transmiten oralmente. Eso da lugar a que se den distintas versiones del mismo hecho con sus diferencias, que oscurecen la historia real de cada uno.
La mujer en la doctrina del Buda.
Según una de las tradiciones, Buda se resistió en un principio a admitir a las mujeres entre sus seguidores. Cuando retorna a la casa real de su padre, a instancias de la tía materna que lo crio (su madre había muerto tras el parto) terminó aceptando mujeres como monjas de su doctrina.
Sin embargo, la mujer budista aparece muy poco en las imágenes públicas del budismo. Siempre aparecen monjes. Se ven niños y adultos monjes, pero rara vez se ven niñas y mujeres monjas, aunque las haya. No aparecen mujeres relacionadas con la doctrina y el culto budista. El budismo pertenece a una cultura patrilineal y patriarcal. Los dioses supremos del hinduismo: Brahma, Vishnu, Shiva, son masculinos, aunque hay diosas muy importantes. Por otra parte, el Dalai Lama siempre es un varón.
La tradición bíblica también es patrilineal y patriarcal. Jesús escogió a doce varones como apóstoles. Los que dirigen los ritos en las iglesias cristianas siempre son varones. No hay sacerdotisas, salvo algunas excepciones recientes en el cristianismo anglicano y en alguna facción protestante. En la Iglesia Católica los Papas siempre son varones .
Concepción virginal y sobrenatural del Buda
Maticemos un poco más la comparación entre el nacimiento de Buda y el de Jesús.
Tanto el nacimiento del Buda como el de Jesús están rodeados de acontecimientos sobrenaturales. La concepción del Buda es obra del bodisatwa Tuchita, que desciende desde el sexto mundo al vientre de su madre. Tuchita es un deva, que significa dios, una deidad o ser celestial de aspecto luminoso. Su equivalente en los evangelios sería el Espíritu Santo.
En algunas pinturas y relieves del Buda Gautama aparece éste naciendo de la costilla de la reina Mayavedí o la reina Maya. Es un nacimiento milagroso.
En algunas tradiciones biográficas del Buda Gautama se recogen numeroso hechos milagrosos y sobrenaturales, acompañados de profecías sobre su actividad liberadora futura. Hay biografías que afirman un parto sin dolor y una maternidad virginal, como la de María madre de Jesús.
Según algunos especialistas en el budismo, el Buda nunca fue visto como un ser meramente humano, aunque sí vivió como si fuera un hombre normal. Se le considera omnisciente y capaz de eliminar el karma, que es la gran preocupación de la fe hindú y de la budista.
La concepción virginal y sobrenatural de Jesús
Se trata también de un evento milagroso, rodeado de un ambiente sobrenatural. La concepción tiene lugar mediante un acto sobrenatural del Espíritu Santo en el vientre de María anunciado por el ángel Gabriel. Ella fue virgen “antes del parto, en el parto y después del parto”, como dice la teología cristiana. Es una forma de afirmar el carácter divino de Jesús.
Su nacimiento es anunciado por unos ángeles a los pastores y celebrado por ellos mismos con gran regocijo. También abundan las profecías sobre lo que va a ser su vida y su actividad salvadora sobrenatural. Vivirá como un hombre normal hasta que llegue el momento de su manifestación como el Hijo de Dios. Hace muchos milagros. Él redimirá a toda la humanidad de sus pecados y abrirá el camino de una salvación universal.
Aparte de las similitudes en el nacimiento del Buda y de Jesús hay que destacar una gran diferencia. Los padres del Buda Gautama son reyes con su correspondiente palacio real. Buda es criado con toda clase de lujos y una ignorancia total procurada por sus padres sobre lo que es el dolor, la pobreza y la ignorancia, que le aislaba del mundo real de los hombres.
Jesús es hijo de padres humildes. Nace en un pajar junto a los animales que allí se cobijaban. Crece viviendo del trabajo de un carpintero, José, al que se supone que ayudaría en la carpintería hasta que decidió dedicarse a predicar la buena nueva (su evangelio) en torno a los treinta años. Hasta ese momento se supone que vivió como un adolescente y un joven normal.
Divinización de Siddharta Gautama y de Jesús de NazarezJesús y su divinidad como creación humanma
Ambos, Gautama y Jesús, son seres humanos, que predicaron un mensaje salvador y un cambio radical con relación a la religión en la que fueron educados: Gautama con relación al hinduismo y Jesús con relación al judaísmo.
Tras su muerte, ambos son divinizados. A Gautama se le considera como una nueva encarnación del del ideal «buda», que significa «perfección» o «iluminación». De ahí el «Buda Gautama». Gautama es, además, una de las encarnaciones del dios Vishnu, dios conservador de la armonía del universo y protector del ser humano. Junto con Brahma y Shiva constituye la Trimurti del hinduismo.
Por su parte, Jesús es considerado como la encarnación humana de Dios, como el mismo Dios encarnado, como Hijo único de Dios. Aunque su divinización fue discutida durante los cinco primeros siglos del cristianismo, terminó siendo predominante entre las distintas ramas de la comunidad cristiana.
Siddharta Gautama es el Buda esperado y Jesús, el Cristo profetizado.
Buda, en cuanto encarnación de Vishnu, junto con otras muchas encarnaciones de dioses en diversas religiones, es caso muy revelador de por qué la teología cristiana terminó convirtiendo a Jesús en el mismo Dios encarnado y haciendo de esta creencia el dogma central de todo el cristianismo. De ese dogma se deriva luego el dogma de la Trinidad divina: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Para muchos hindúes, Jesús es una encarnación de Vishnú y para el Dalai Lama, Jesús es un Buda, es decir, una encarnación de dios.
La idea de la encarnación de Dios no es original del cristianismo. Es una creencia esencial en el hinduismo, en el budismo, en la religión egipcia y en otras muchas religiones anteriores a la fe cristiana.
Tampoco la idea de la Trinidad Divina es un dogma original de la teología cristiana. El hinduismo también tiene su Trinidad: Brahma (creador), Shiva (destructor-recreados) y Vishnu (conservador).
La religión egipcia tiene la suya: Isis. Osiris y Horus, aparte de otras tríadas divinas. El hinduismo tiene la Trimurti: Brahma, Vishnu y Shiva. Se podrían citar muchas más. La idea de trinidad divina es una creencia de la antigua cultura indoeuropea, que se extiende a todas sus derivaciones.
La formación de la comunidad creyente
Ambos, Buda y Jesús, van eligiendo a sus discípulos cuando empiezan su respectiva enseñanza pública y forman una pequeña comunidad de creyentes, que con el tiempo se va desarrollando hasta formar una comunidad gigantesca, que trasciende reinos, imperios y toda clase de fronteras.
La budista recibió el nombre de sangay la cristiana, el nombre de iglesia. Actualmente constituyen dos de las cuatro mayores religiones de la humanidad junto con el islam y el hinduismo.
La liberación o salvaciónLa fecundidad del mensaje de Jesús de Nazarez
Buda busca la liberación de todo deseo, fuente del dolor, en el hombre. Jesús convierte el dolor físico en fuente de virtud y salvación y busca la salvación de todo pecado personal.
No obstante, se puede decir que el principal dolor del que el Buda Gautama busca liberar al hombre es el dolor espiritual, que producen los deseos egoístas, que nunca se ven del todo satisfechos. Y en eso coincide plenamente con la mística y el ascetismo cristiano.
Por otra parte, es de destacar el carácter universal de la salvación, que tanto el budismo como el cristianismo ofrecen a toda la humanidad. No son religiones ligadas a una etnia, a un pueblo o a un territorio.
La vía de salvación budista se rige por la doctrina de la Cuatro Nobles Verdades. La vía de salvación cristina se rige por la doctrina bíblica de los Doce mandamientos.
Aunque hay otras muchas e importantes coincidencias entre el budismo y el cristianismo, existe una dificultad de fondo para que un creyente budista se haga cristiano o un cristiano se haga budista. Esa dificultad es la distinta visión (mito) que uno y otro tiene del Gran Tiempo. Ese mito lo viven generalmente sin darse cuenta y sin embargo es un mito que condiciona el resto de sus creencias.
Problema del mal y de la salvación en el budismo
El problema del origen del mal no tiene una respuesta clara en la tradición hindú en la que se sitúa el Buda y su doctrina. Para el hinduismo-budista, la causa del mal de la humanidad está en la Lujuria o Deseo. Pero no se explica cómo y por qué surgió ese poder maligno.
Hay que tener en cuenta la creencia fundamental en la preexistencia de las almas. El alma de cada uno, al contacto con el mundo material, desarrolla el deseo de adueñarse de él y de disfrutarlo olvidando su origen divino. No obstante, no está claro cómo y por qué tiene lugar ese contacto con el mundo material.
Según el Bhagavadgîtâ, la materia y las entidades espirituales o almas son eternas. Ambas son energías del Señor Supremo. Las almas ya existían antes de cada ciclo cósmico. Lo que tiene un comienzo son las relaciones entre la materia y ellas . Este libro sagrado del hinduismo viene a decir que sólo Dios sabe por qué se produjo ese contacto .
Algún texto de este libro habla de la naturaleza rebelde del alma, pero no aclara cuál es el origen de ese carácter rebelde. No se sabe, pues, por qué se produjo la primera encarnación del alma.
Ese primer contacto con la materia desencadenó en el alma toda clase de malas inclinaciones, que en conjunto reciben el nombre de Lujuria. La Lujuria es, pues, el origen de todos los males y de las reencarnaciones, que tienen el carácter de castigo por las malas obras.
Tal es el Pecado Original o la Caída Original en esta tradición religiosa. Partiendo de este hecho, tanto la doctrina del hinduismo como la del budismo centran su pensamiento en cómo encontrar el camino de la liberación del alma de sus ataduras materiales.
Esas ataduras está detrás de las malas obras que se mezclan con las buenas en la vida de cada uno. Unas y otras constituyen el karma personal. Cada persona ha de procurar que al final de su existencia actual las buenas obras sumen más que las malas, como en el caso del Juicio de Osiris y su balanza.
Así podrá ir ascendiendo hacia encarnaciones cada vez más dignas hasta liberarse completamente de toda atadura material y así entrar en el camino sin retorno hacia el Sukhvati o “País Puro” del Mahayana, un paraíso final previo al Nirvana (paraíso definitivo) o estado de felicidad eterna en el seno de la Divinidad Suprema.
En ese camino de liberación se puede tener la ayuda de los bodhisatwas o hombres que llegaron a ser budas perfectos y que, estando ya a la puerta del Nirvana, decidieron no entrar para poder ayudar al resto de los vivientes en el camino de la salvación. Son algo así como salvadores o Ángeles de la Guarda. No obstante, no son redentores. Cada alma ha de salvarse por sí misma a base de sus buenas obras. La idea de la redención no encaja en la teología hindú ni en la budista.
La lujuria o deseo desordenado es el origen de todo dolor humano. Liberar al hombre de ese dolor es el objetivo central del budismo. Buda es un salvador, pero no un redentor. Trae un camino de salvación, pero no nos redime de nuestros pecados como Jesús.Pecado y redención en la Iglesia Católica
Problema del mal y la salvación en el cristianismo.
El Pecado Original
La tradición bíblica y cristiana pone el origen del mal en un acto personal de la primera pareja de la humanidad: Adam y Eva. En el mito del Pacado Original bíblico destaca el carácter personal de ese acontecimiento en el Paraíso Original.
Dios aparece como una persona que crea todo lo existente por una decisión personal. Crea al primer hombre y le impone unas obligaciones porque se supone que es un ser libre para cumplirlas o no. Se trata de la prohibición de comer la fruta del Árbol del Bien y del Mal.
Aquella primera pareja del ser humano no cumplió con su obligación. Su acto de desobediencia, de lujuria diría Buda, es el origen de todos los males de la humanidad, tanto físicos como morales. Según la teología católica, ese Pecado Original lo heredamos todos los hombres por la vía biológica: por el hecho de nacer de nuestros padres. Es un mal moral que se hereda biológicamente. Algo muy extraño, pero no hay que olvidar que se trata de un mito.
Ese pecado es el origen de nuestras malas inclinaciones y la raíz involuntaria de nuestros pecados personales, que, por definición, son actos libres.
La teología cristiana entendió ese mito al pie de la letra durante dos milenios, hasta que se consolidó la teoría de la evolución biológica en tiempos recientes.
En función de esa creencia se interpretó toda la vida y doctrina de Jesús de Nazarez. Jesús no sólo es un salvador. Es, además, un redentor. La redención es una idea central en el cristianismo, que es completamente ajena a la teología budista.
La palabra de algunas imágenes
Muerte del Buda
La muerte de Jesús
El Santo Sepulcro de Jesús en Jerusalén
Monje budista
Monje cristiano
Monjas budistas
Monjas cristianas
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NB: Este breve trabajo no pretende ser un estudio técnico filológico ni semántico ni tampoco quiere profundizar en detalles y matices de una y otra teología. Sólo intenta hacer una rápida y sencilla comparación entre estos dos Salvadores de la humanidad y, una vez hecha, que el lector saque sus conclusiones.