Modesto Berciano

24-02-2016

El pasado día 18 de este mes ha muerto mi gran amigo Modesto, catedrático emérito de Metafísica en la Universidad de Oviedo. Junto con Jacobo Hevia Losa y Vicente González formamos un grupo de amigos íntimos durante los años en que estuvo en esta universidad. Por supuesto, también cuando ya se retiró a Salamanca. Él me llamaba para formar parte de los tribunales de las tesis doctorales que él dirigía. Yo le llamaba para las que dirigía yo. Me dedicaba sus libros. Yo le dedicaba los míos y le invitaba a acompañarme en la presentación de los mismos en el Club Prensa Asturiana.

Formó parte de la Asociación de Ciencias de la Religión (ASACRE) y de la revista LUCUS, creadas ambas por mí. Sus colaboraciones fueron siempre del más alto nivel filosófico y teológico.

Gran conocedor del filósofo alemán M. Heidegger. No sólo dominaba el idioma alemán. También dominaba el alemán de Heidegger, que pocos pueden presumir de hacerlo. Fue una verdadera autoridad en el pensamiento de este gran filósofo, con capacidad para expresar su intrincado pensamiento con claridad facilitando su lectura a los menos especializados.

Sus últimas clases se dedicaron al estudio del gran filósofo griego Aristóteles. Dominaba como pocos la historia de la metafísica occidental lo cual queda bien reflejado en su libro reciente Metafísica, BAC, 2012.

Deja prácticamente terminado otro libro sobre teología natural, que probablemente sea publicado también en la BAC. Sólo le quedaba una última revisión, según me confirmó en nuestra última conversación por teléfono. Trabajó hasta el final.

Dejó muy buena imagen en todos los compañeros del Departamento de Filosofía, aunque siempre fue marginado por Gustavo Bueno y su grupo.

Que en paz descanses, Modesto. Te recordaremos siempre tanto yo como María José y nuestros hijos Ana, César y principalmente Graciela, cuya tesis doctoral sobre Kant valoraste como miembro del tribunal.  Hasta todos los días. Nos veremos en ese Más Allá en el que ahora estás. Tu amigo Avelino.