Tú también eres filósofo.

Tú también eres filósofo

Todos podemos hacer filosofíahttp://El mito de la caverna de Platón hoy

 

Aunque nunca lo hayas pensado, tú también eres filósofo o puedes serlo. Tú también puedes alcanzar respuestas filosóficas consistentes a tus problemas más fundamentales; las respuestas que no te da la calle, los medios de información y, probablemente, tampoco tus amigos o tus profesores.

¿Qué es filosofía? es una pregunta que sólo la misma filosofía puede responder.
La filosofía también es autorreflexiva.
Es capaz de pensar sobre sí misma,
capacidad que no está en el haber de las ciencias positivas ni de las religiones.
Cuando éstas reflexionan sobre sí mismas,
ya están haciendo filosofía.

Todos llevamos dentro de nosotros la capacidad de hacer preguntas y, de hecho, las hacemos desde que nacemos hasta que morimos. Los niños, a cierta edad, sienten la necesidad de hacer más y más preguntas. Se dice que es la edad de los porqués. Pero, en realidad, hacemos preguntas por infinidad de cosas a lo largo de toda nuestra vida, incluso hasta el momento en el que sentimos que se acerca la muerte. Esta actitud es la fuente de todo conocimiento más o menos racional.

No todas las preguntas tienen el mismo calado. Cotidianamente hacemos preguntas para encontrar respuesta a nuestras necesidades más urgentes: qué voy a comer hoy; qué ropa me pongo; qué deberes debo cumplir; qué llamadas telefónicas tengo pendientes, etc., etc.

Puedo hacer preguntas de carácter más objetivo, que no afectar tanto a mi vivir de cada día: por qué el tiempo se reparte en días y noches; ¿es el Sol el que da vueltas alrededor de la Tierra o es al revés? ¿De qué está hecha la luz? ¿Por qué hay terremotos? ¿Por qué las manzanas de mi huerto caen al suelo y no se mantienen en el árbol? Etc. Actualmente, son las llamadas ciencias positivas las que intentan dar una respuesta.

Pero sigamos. Hay todavía un nivel de preguntas que van más allá y cuya respuesta ya no está al alcance de esa ciencias positivas. Tales son, por ejemplo, ¿Cuál es el origen del Universo? ¿Existe ese ser que se suele llamar “Dios” o con otros nombres? ¿Cuál es el sentido último de mi existencia? ¿Hay algún tipo de vida para mí después de que me muera? ¿Mis seres queridos que ya han muerto sobreviven de alguna manera y dónde pueden estar?

Y tú mismo, que haces estas preguntas, ¿por qué puedes hacerlas y tus mascotas no las pueden hacer, suponiendo que sea así? Se dice que eres, aparte de tu cuerpo, un espíritu o una conciencia, que tiene la capacidad de pensar y hacer todas estas preguntas, y que tu espíritu (alma) es inmortal. Y, por eso, puedes preguntar en qué consistirá esa vida inmortal en el Más Allá de tu muerte.

Pues bien, las respuestas a este último nivel de preguntas sólo las pueden dar las religiones y la filosofía. Las religiones, con sus creencias, y la filosofía, con sus razonamientos.http://La salida de Bacón de la caverna medieval.

No vamos a entrar aquí en las preguntas sobre qué es la religión, cuáles son sus respuestas más comunes a las preguntas anteriores o qué importancia tienen en la vida cotidiana de las personas, etc. La filosofía tiene en el fenómeno de las religiones un campo específico  de análisis y reflexión; se trata de la Filosofía de la Religión.

También estudia los fundamentos de la ciencia y, como tal, constituye la Filosofía de la Ciencia. Estudia, además, los elementos básicos de cada cultura y esa función la ejerce como Filosofía de la Cultura.

También estudia por qué el ser humano tiene derechos y obligaciones y en qué normas básicas se apoyan las normas de la buena conducta, es la Filosofía moral. Quiere responder a las preguntas sobre la esencia del hombre y así desarrolla la Antropología filosófica; etc, etc.

Pero aquí me limito a responder a la primera de las preguntas filosóficas: ¿Qué es filosofía?

Entre todas esas preguntas que haces a lo largo de la existencia que vas viviendo, probablemente, no se te haya ocurrido hacer la pregunta ¿Qué es la filosofía?

La palabra «filosofía» resulta, cuando menos, extraña para muchos. Entre los que han tenido algún contacto con la asignatura de Filosofía hay experiencias contradictorias, según el profesor que hayan tenido. Para unos resulta demasiado abstracta y sin interés para su vida concreta. Para otros, resulta una introducción al saber filosófico un tanto insuficiente y, sobre todo, si, en lugar de impartirles filosofía, se les da sólo lógica.

Por otra parte, con el tratamiento que los distintos ministros de educación y sus leyes, que conllevan un verdadero desprecio a la formación filosófica, la carrera universitaria de Filosofía no ofrece estímulo alguno como para que un joven se decida a seguirla. Las Facultades de Filosofía se están quedando sin alumnado.

Con esta reflexión quiero dejar claro en lo que me sea posible que todos llevamos dentro la capacidad, si no la necesidad, de hacer filosofía.

Pitagoras Tú también eres filósofo.
PITÁGORAS (VI a. d. C.), supuesto creador del término «filosofía». Tú también eres filósofo.

……………………….

Por eso, quiero explicarte, por qué tú también puedes hacer filosofía, si no la estás haciendo ya en las respuestas que ya tienes a las preguntas del último nivel descrito anteriormente.

Yo diría que “filosofía” es la búsqueda de las causas últimas y la reflexión sobre todo lo que acontece. En la actividad filosófica, nuestra razón es ejercida al máximo. Para ello debe estar libre de ataduras dogmáticas y de fanatismos de todo tipo. Eso no significa que sea contraria a las creencias. Mas bien busca identificar las creencias más profundas sobre las que se apoyan las culturas, sus religiones e incluso sus mismas ciencias.

La misma pregunta ¿Qué es filosofía? ya es una pregunta filosófica. Y ésta, como otras muchas, la puede hacer cualquiera que quiera hacer uso de su capacidad de preguntar. Por eso, entiendo que la actividad filosófica no es exclusiva de ciertos profesionales. No es lo mismo ser filósofo que ser un profesional de la filosofía. Son muchos los profesionales que se limitan a estudiar y repetir el pensamiento que otros desarrollaron. Trasmiten filosofía, pero no la crean y ni siquiera la re-crean.

Tenemos la curiosidad de saber cuál es el origen de todo cuanto existe, el origen del Universo, el origen de la vida, el origen de la humanidad, etc.

Todos necesitamos encontrar un sentido a nuestra vida personal.

Todos necesitamos encontrar la razón por la que existe el mal. 

Todos necesitamos encontrar una respuesta al Más Allá tras la muerte, etc. 

Todas las culturas necesitan encontrar un sentido al futuro de la humanidad (paraísos escatológicos).

Todas las culturas necesitan dar un sentido al porvenir del Universo., etc.

Y buscar la respuesta a esas necesidades ya es hacer filosofía, aunque no seamos conscientes de que se trata de una inquietud filosófica. En ese sentido, todos somos filósofos o buscadores de esas respuestas.

La gran mayoría se conforman con aceptar las respuestas que otros les dan, ya sean religiosas, aparentemente científicas o estrictamente filosóficas. La gran mayoría de esa mayoría se conforma con las respuestas religiosas. De ahí la importancia de las religiones en la vida humana.

Las religiones suelen pedir adhesión incondicional a sus respuestas, ya sean éstas en forma de dogmas o con otros formatos. Sin embargo, para la gran masa es una respuesta suficiente. En este sentido se podría hablar de la función filosófica que ejercen las religiones.

Algunos se dedican ex profeso a encontrar respuestas usando su propia capacidad de razonar, es decir, de preguntar e intentar dar respuestas convincentes. Y así nacen y se desarrollan los grandes sistema filosóficos, cuyos contenidos se suelen estudiar en los sistemas educativos de Occidente. En otras culturas, la respuesta filosófica se mezcla con la religiosa; fe y razón se viven unidas y se apoyan mutuamente.

En Occidente tenemos asignaturas y profesionales de la filosofía, cosa que no existe en otras muchas culturas, lo cual no quiere decir que no tengan su propia filosofía. El hinduismo, por ejemplo, tiene distintas escuelas de filosofía, que son, a la vez, escuelas religiosas. En las culturas bantúes (africanas) se da una verdadera filosofía escondida en sus tradiciones tribales.

El ser humano es filósofo por naturaleza y, como también es religioso por naturaleza, tema este último que desarrollo en otros escritos, es difícil separar filosofía y religión en la gran mayoría de las culturas.

Filosofía es la respuesta a esa necesidad profunda que tiene el ser humano de saber. El filósofo observa, analiza y valora las circunstancias de su tiempo de acuerdo a unas creencias, supuestos e intuiciones de las que parte. Las preguntas filosóficas las puede plantear cualquiera. Las respuestas filosóficas sólo las dan los que piensan. La gran mayoría de la gente vive de las respuestas que otros crean.

Los grandes filósofos crean cosmovisiones, que otros aprenden y aplican en sus vidas. Hay muchas cosmovisiones religiosas. Todas conllevan una cierta filosofía. También hay cosmovisiones que no quieren ser religiones, sino sistemas de pensamiento meramente racionales. No obstante, hay que reconocer que un sistema filosófico que sólo quiera basarse en la razón es muy difícil que se vea libre de supuestos religiosos o metafísicos.

El marxismo, por ejemplo, sólo quiere ser filosófico y científico. Sin embargo, tiene todos los elementos constitutivos de una religión. Todos los materialismos en la historia de la filosofía occidental lucharon contra las religiones de su tiempo y todos, sistemáticamente, terminaron creando otra religión. Un ejemplo muy claro es el caso de A. Comte y el de L. Feuerbach, maestro de C. Marx.

Para hacer filosofía no es imprescindible dejar barbas largas,
ni bigotes retorcidos ni melenas alborotadas.
Basta pensar, reflexionar, analizar, preguntar
e intentar encontrar respuestas coherentes.
Hacer filosofía no es un privilegio de nadie.
Nadie tiene su monopolio.
No se puede reducir a su dimensión académica y a sus profesionales.
Es una facultad que todos pueden desarrollar.
Basta con hacerse cargo de la máxima de E. Kant: ¡Atrévete a pensar!
…………………….

Así que ya sabes: tú también puedes alcanzar las respuestas últimas a las preguntas más fundamentales que te puedas hacer sobre lo que consideres más acuciante y definitivo a la largo de tu existencia.

Entre los que no alcanzan esas respuestas, unos se suicidan, porque la vida se vuelve insoportable o un absurdo para ellos; otros se vuelven apáticos y lo mismo les da ocho que ochenta; otros encuentra un sentido positivo a su vida y viven con alegría a pesar de todos los contratiempos. Busca la filosofía y te hará feliz.

Ya decían los griegos que la filosofía es fuente de felicidad. Por eso te presento el siguiente texto de la Carta de Epicuro a Meneceo (La filosofía es cosa de todos y de todas las edades):

Que ninguno por ser joven vacile en filosofar,

ni por llegar a la vejez se canse de filosofar.
Pues no hay nadie demasiado prematuro
ni demasiado retrasado
en lo que concierne a la salud del alma.
El que dice que el tiempo de filosofar
no le ha llegado o le ha pasado ya,
es semejante al que dice
que todavía no ha llegado o que ha pasado ya
el tiempo para la felicidad.

Así que deben filosofar tanto el joven como el viejo;
éste para que, en su vejez,
rejuvenezca en los bienes por la alegría de lo que ha vivido;
aquél para que sea joven y viejo al mismo tiempo
por su intrepidez frente al futuro.
Es, pues, preciso que nos ejercitemos
en aquello que produce la felicidad,
si es cierto que, cuando la poseemos, lo tenemos todo
y, cuando nos falta, lo hacemos todo por tenerla.
………………………

Nota: La invención del término «filosofía» suele atribuirse al pensador y matemático griego Pitágoras de Samos, no porque se conserve escrito alguno de él en el que use ese término, sino porque otros pensadores griegos se lo atribuyen.
Cuando el tirano León llamó sabio (sophós)a Pitágoras, éste respondió que no se consideraba sabio a sí mismo, sino amante de la sabiduría ( philo-sophós).
Ante la respuesta de Pitágoras, el tirano le preguntó sobre la diferencia que había entre los filósofos y los demás. Entonces, Pitágoras le responde contándole el ejemplo del caso de los juegos deportivos griegos y la actitud que toman los participantes ante ese espectáculo. Le dice que en él unos aspiran con la destreza de sus cuerpos a la gloria y nombre que da una corona, otros eran atraídos por el lucro y el deseo de comprar y vender. Pero había una clase, y precisamente la formada en mayor proporción de hombres libres, que no buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y observar con afán lo que se hacía y de qué modo se hacía.
El texto más antiguo que se conserva con la palabra «filosofía» se titula Tratado de medicina antigua, y fue escrito hacia el año 440 a. C.. Allí se dice que la medicina «moderna» debe orientarse hacia la filosofía, porque sólo la filosofía puede responder a la pregunta «¿qué es el hombre?».

 

 

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