Derecha e izquierda en política y religión
Antropología
Se puede decir que la categoría cultural «derecha-izquierda» es universal. La considero cultural, porque la denominación podría ser inversa. La partes de cuerpo humano que actualmente se denominan como «derecha» podrían denominarse «izquierda» y viceversa. Sin embargo, hay una coincidencia universal en denominar las mismas partes como «derecha» y las mismas como «izquierda». Lo que cambia es la valoración, que se atribuye a una y otra parte.
Aparentemente, una reflexión sobre la categoría «derecha-izquierda» puede parecer irrelevante. Sin embargo, condiciona el comportamiento humano en los diversos apartados de su cultura: la religión y sus ritos, la política, las ideologías, la moral, etc. Pero no sólo eso, también condiciona los sentimiento y las decisiones de las personas.
Los cristianos católicos se santiguan con la derecha, los curas bendicen con la derecha, … En los protocolos de actos oficiales la derecha es el lugar de preferencia tras el puesto central, y la izquierda, el tercero: se da en los protocolos olímpicos, en los actos políticos de todos los niveles, en los religiosos, en los tribunales de los juicios, en los tribunales de exámenes y oposiciones a los cargos públicos, … Siempre la autoridad superior se pone en el centro, la de segundo rango a la derecha, y, a la izquierda, la del tercero.
La diestra predomina con mucho en el trabajo diario de todo tipo: manejo de herramientas, por ejemplo; la gran mayoría de los deportistas son diestros; los zurdos con más habilidades están muy buscados por los clubes de los distintos deportes. Se puede decir que la diestra predomina en toda actividad humana sobre la izquierda.
Los números naturales crecen hacia la derecha. En un gran número de culturas con escritura se lee hacia la derecha, aunque algunas leen hacia la izquierda y otras en vertical.
Desde el punto de vista militar, predomina con mucho el saludo con la derecha.
Estamos ante un hecho cultural universal, que se encuadra en una tendencia del hombre a concebirlo todo en das partes: Arriba-abajo, cielo-tierra, cielo-infierno, frio-caliente, y así en una infinidad de aspectos de la vida. La dualidad derecha-izquierda es un caso más que se encuadra en esa tendencia radical a ver la realidad en dualidades.
Sin embargo, a la hora de determinar un origen más concreto, lo encontramos en dos hechos conocidos por todos: el cuerpo estructurado en dos partes paralelas en un gran número de sus miembros y órganos. Las dualismos más destacados desde el origen mismo de la especie humana son los de sus manos y pies: derechos e izquierdos. El porqué de que una parte se llame “derecha” y otra “izquierda” se pierde en la historia de la humanidad.
Hay otro dualismo muy universal: el que divide los actos humanos en buenos y malos. El porqué de este dualismo es la libertad. Aunque las reflexiones filosóficas y teológicas sobre nuestra libertad sean relativamente tardías con relación al origen de la historia humana, el ser humano siente esa libertad a la hora de valorar sus propios actos y clasificarlos en buenos y malos, según las normas que sus propias culturas y religiones establecen.
Este dualismo moral se liga, por una parte, al dualismo derecha-izquierda, dándole a cada parte un valor moral. Se declara “buena” la derecha y “mala” a la izquierda, y al revés, según la cultura y religión de que se trate.
También viene bien recordar que pensadores de distintas religiones y filosofías han llevado ese dualismo moral a un nivel metafísico u ontológico en el sentido de que afecta al ser mismo de todas las cosas que existen, y no sólo a los actos libres del ser humano. Para ellos, hay dioses buenos y malos. Hay cosas que en sí mismas son buenas o males. Es un buen ejemplo de este dualismo moral ontológico la llamada religión maniquea. Para Mani, la Materia es esencialmente mala. El Espíritu es esencialmente bueno. Todas las cosas materiales llevan dentro de sí la semilla del mal. Las espirituales, la semilla del bien.
Punto de vista biológico
Derecha e izquierda es, en primer lugar, la forma en que está constituido el cuerpo humano. Todo su cuerpo se divide en dos partes en aquellos miembros y órganos que están duplicados: dos pies, dos ojos, dos oídos, dos manos, dos hemisferios cerebrales, etc.
Esta dualidad biológica se convierte en un paradigma cultural universal, que se repite en todas las culturas, ya sea a nivel de las religiones, las formas de gobierno, las ideologías y demás partes de cada una de dichas culturas. Adquiere especial importancia la dualidad de las manos.
En un gran número de culturas, una y otra mano reciben muy distintas valoraciones. Esas valoraciones tienen una especial incidencia en el comportamiento. Con las manos se transmiten ideas o significados muy distintos. Las manos son órganos de comunicación entre las personas, como lo son la boca o el rostro. El tema es, por tanto, de gran transcendencia antropológica.
El esquema derecha-izquierda marca toda la vida humana en todas las culturas y ya desde la niñez. Desde niños nos enseñan a distinguir derecha e izquierda. Empieza siendo un tema de orientación en el espacio poniendo el propio cuerpo como eje de referencia. La bilateralidad de nuestro cuerpo determina nuestra forma de ordenar el espacio. Todas las cosas las situamos a nuestra derecha y a nuestra izquierda, arriba y abajo, de frente o detrás, en torno al cuerpo. Si nuestro cuerpo fuera cilíndrico, nuestra visión del espacio que nos circunda sería muy diferente, no existirían derecha e izquierda ni de frente o detrás. Sólo existiría entorno circular y arriba y abajo.[2] Si fuera esférico, tampoco existiría arriba y abajo. La visión y el ordenamiento del espacio sería muy diferente.
Culturalmente y de hecho, el esquema derecha e izquierda tiene una enorme importancia, ya que es utilizado como paradigma fundamental en la orientación de la vida. Sirve para valorar y situar todo en la visión del mundo que rige la vida de cada uno.
La derecha predomina en todos los aspectos de la cultura
en la vida cotidiana
En el día a día se da un claro predominio del uso espontáneo de la mano derecha. Los diestros son mucho más numerosos que los zurdos o «siniestros». Este predominio es independiente de las distintas valoraciones culturales de una y otra mano, ya sean religiosas, políticas o de cualquier otro signo.
Abunda los deportistas diestros. En futbol, por ejemplo, es mucho más difícil encontrar un buen defensa izquierdo o un buen delantero para esa posición que los respectivos diestros. Y esto sucede con todos los deportes. En todas las culturas se suele utilizar la derecha para escribir, pintar, señalar, trazar símbolos, dar órdenes, luchar en la guerra, etc. El manejo de herramientas se hace en su gran mayoría con la mano derecha. Al menos en Occidente se suele saludar dando la mano derecha
Incluso entre ciertas ideologías izquierdistas como la comunista utilizan la derecha no sólo en la utilización de herramientas, sino también en actos culturales que van más allá del uso espontáneo de las manos. Los militares soviéticos, aunque políticamente ern de izquierdas, saludaban con la derecha y la mano extendida. Abunda entre ellos el saludo con la derecha, pero con el puño cerrado. El predominio fisiológico de la derecha está por encima de las valoraciones ideológicas. Por su parte, el líder del comunismo chino, en ciertos actos de proclamación de su ideología comunista, levanta la mano izquierda con el puño cerrado.
Yo diría que el uso de la derecha es a la vez natural y cultural, al menos en la mayoría de las culturas. El uso de la izquierda, si exceptuamos los zurdos que son una minoría, se usa más bien por imperativo cultural (ideológico en el caso del comunismo).
Como en el caso de la ley de los contrarios, según la cual no pueden existir uno sin el otro, así sucede con la derecha y la izquierda. No existe la una sin la otra.
También existen los ambidiestros. Trabajan indiferentemente con una u otra mano, salvo en el uso de aquellas herramientas que están hechas sólo para diestros. Si ser diestro indica habilidad, ser ambidiestro indica se hábil con ambas manos. Sin embargo, no se habla nunca de ambisiniestros. A los ambidiestros también se les podría llamar ambisiniestros, pero no es así. Ya desde los griegos se llaman ambidiestros. Esto manifiesta una vez más la predominancia biológica y cultural de la derecha.
Punto de vista de la tecnología
Consecuentemente al predominio del uso espontáneo de la derecha, se produce el predominio de herramientas hechas exclusivamente para diestros. Algunos ejemplos:
Punto de vista militarABUSO POLÍTICO DEL LENGUAJE DEMOCRÁTICO
En el universo de los militares el saludo con la mano derecha es muy predominante, incluso en los ejércitos de ideología de izquierdas.
Derecha e izquierda en religión
Tradición bíblica
En la tradición bíblica este esquema se traslada al mismo origen de la humanidad. Ya se recoge en el mito de la creación de Adam y Eva. En este relato ya se refleja la superioridad del varón sobre la mujer. Dios crea a la mujer a partir de una costilla de Adam y se la presenta como complemento suyo y como auxiliar. (Gen. 2,18-23). En una imaginación posterior el Creador es representado como un respetable anciano con barba blanca. En múltiples detalles del mito se refleja una visión paterna de Dios.
Esta dicotomía varón-mujer, ya desde el inicio, adquiere una valoración ontológica y moral. Ontológica porque el varón es creado primero. Se le concede el poder de poner nombre a todo el resto de las criaturas. La mujer es creada después, porque no era bueno que el Hombre estuviera solo.
En algunos textos rabínicos se presenta a Adam como originariamente un ser andrógino, a la vez varón y mujer, varón por el lado derecho y mujer por el izquierdo. El lado izquierdo tiene un rango inferior. Posteriormente, el creador lo parte en dos, creando por separado el varón y la mujer.
En el hecho de que la mujer cometa el Pecado Original se explicita una valoración moral menor que la del varón. Ella es el primer origen del mal en la historia de la humanidad. Ella es la principal culpable. Adam fue arrastrado por ella a la desobediencia.
Es curioso observar que esa culpabilidad de la mujer en el origen del mal se repite en muchos otros mitos, que nada parecen tener que ver con el mito bíblico.
Derecha e izquierda en el Juicio Final
de la tradición cristiana
En la descripción del Juicio Final en el evangelio de San Mateo se consagra la derecha como el lugar del bien y de los elegidos para la vida eterna. La Izquierda lo es como el lugar del mal y de los condenados al fuego del infierno.[4]
Jesús, en su Segunda Venida, convocará a todos los pueblos y los separará a unos de otros como el pastor separa a las ovejas de las cabras, la ovejas a su derecha y la cabras a su izquierda[5].
Entonces el dirá a los de la derecha:
«Venid benditos de mi Padre,
A heredar el reino preparado para vosotros
Desde la creación del mundo…»
Después dirá a los de la izquierda:
«Apartaos de mí, malditos,
Al fuego eterno
Preparado para el Diablo y sus ángeles».
Esta separación entre derecha e izquierda es absoluta. No hay término medio. Son contrarias. En este mundo se pasa de la derecha a la izquierda, cuando se cometen malas obras, y de la izquierda a la derecha, sólo si se da un sincero arrepentimiento del mal que se haya hecho.
En ese momento del Juicio Final la separación será definitiva. Ya no se podrá pasar de la izquierda a la derecha, ni de la derecha a la izquierda. La sentencia es ya para toda la eternidad.
Esta doctrina impregna toda la teología cristiana, toda su liturgia y todos sus sacramentos. Todo está marcado por la derecha como lugar de salvación y la izquierda como lugar de condenación. Todos los sacramentos se imparten para poner al cristiano en el camino que le conducirá a la derecha en el Juicio Final.
En la vida religiosa del creyente cristiano hay muchos hábitos en los que la derecha es la preferida: santiguarse con la derecha, tomar el agua bendita con la derecha al entrar en la iglesia. El sacerdote bendice con la derecha. Da la absolución de los pecados con la derecha. La lectura del Evangelio en la misa se hace en la parte derecha del altar. En las misas solemnes, el celebrante principal, para incensar el altar, lo circunvala empezando por la derecha. En todos los ritos hay un manifiesto predominio de la derecha.
En el Credo que rezan los cristianos católicos se dice que Jesús se sienta a la derecha del Padre: …et sedet ad dexteram Patris. La derecha es el lugar destinado al Hijo de Dios. La derecha del Jesús glorioso, en su Segunda Venida, es el lugar destinado a los elegidos, a los que serán destinados a la vida eterna.
Edad Media cristiana
Siguiendo la tradición bíblica, el lado izquierdo es el lado hembra. La izquierda es nocturna y satánica. La derecha es el lado macho y es diurna y divina. En las misas negras se hace la señal de la cruz con la mano izquierda. Al lado izquierdo, femenino, está muy ligado el hecho de las brujas, siempre mujeres[6]. Según esta tradición, el diablo marca a los niños que le son consagrados en el ojo izquierdo, dejándolos ciegos para la luz divina y sólo capaces de ver la luz diabólica. [7]
Derecha e izquierda en los griegos
Desde el punto de vista religioso y moral, la derecha entre los griegos siempre tiene un sentido positivo. Veamos los distintos términos relacionados con la derecha y los matices que destaca cada uno de ellos.
Dexiá: la mano derecha, la diestra, el lado derecho.
Dexiobólos: ágil, flexible, diestro. Manejar la espada con destreza.
Dexióomai: Alzar la mano derecha para saludar y también para rogar, rezar y honrar.
Dexiós: Diestro, industrioso, hábil. Ser diestro (hábil) en algún tipo de acción. También tiene el sentido de ser favorable o de buen agüero.
Dexiótês: Habilidad, destreza. Buena acogida. Afabilidad.
Dexiterá: La mano derecha.
Dexiôma: Lo que se acoge con benevolencia. Lo que es objeto de cariño.
Dexiônymos: Lo que tiene un nombre de buen agüero. Lo que está a la derecha.
Dexiôs: (Adv.) Diestramente, hábilmente, ingeniosamente.
Ànfoterodéxios: Ambidiestro, el que tiene habilidad para trabajar con los dos manos en aquellos casos en los que la mayoría de la gente utiliza la derecha. No existe, sin embargo, el término ambiizquierdo o ambisiniestro (ànfoteroarísteros?). Ser ambidiestro tiene valor positivo. Tiene una doble habilidad, que no tiene el que sólo es diestro
Àristerá, izquierda, la mano izquierda, el lado izquierdo.
Áristerós: Descarriado. Siniestro. De mal agüero.
La terminología latina (dextera y sus derivados) no añade matices nuevos. Refleja los mismos que el griego. El latín sinistrâ significa «a la izquierda». En el rito de los augurios puede significar “lo que viene de la izquierda” y, por tanto, puede ser favorable o, al contrario, siniestro y desfavorable.
Según el rito augurial etrusco-romano, uno se pone de cara al Sur, con la izquierda al Este. Lo que viene de la izquierda o del Este es “favorable”. Según el rito griego, uno se pone de cara al Norte, con el Este a su derecha; en este caso lo que viene de la izquierda (Oeste) es siniestro, desfavorable[8].
Derecha e izquierda en Oriente
Predominio de la izquierda
Al contrario que en Occidente, en el Oriente, el lugar de honor, de los buenos augurios, de preferencia en los protocolos y en todo tipo de jerarquías, etc, es la izquierda.
Un ejemplo es el caso de los mosuo, etnia que vive en la provincia china de Yunnan, sudoeste de China, en la ladera norte del Himalaya. Yunnan es el lugar de nacimiento del fundador del chamanismo Dto Mba Shi Lo en esa etnia. De él se dice que nace del costado izquierdo de su madre, como todos los héroes.
Esta etnia vive junto al lago Lugu, Se trata de una sociedad matriarcal y matrilineal. La mujer es el centro de la organización social, puede tener los maridos que desee. El tipo de matrimonio es la poliandria. Esta preponderancia de la mujer es la razón por la que se llama “El reino de las mujeres” a esta forma de sociedad.
En China, la oposición derecha-izquierda se encuadra en la oposición yin-yang, lo femenino y lo masculino. Hay que tener en cuenta que esta oposición yin-yang no tiene un carácter absoluto como sucede, a veces, en la oposición derecha-izquierda en Occidente, sino más bien complementario[9].
La izquierda es yang, representa el cielo y es el lado honorable. Es el lugar del macho. La derecha es yin, es la tierra, pertenece a las mujeres, al otoño, a las cosechas. Es el lugar de la hembra. Hay que tener en cuenta que la sociedad china en general es patriarcal y patrilineal. Por eso la mujer está en el lado menos honorable, la derecha.
Lao-tsé dice en su Libro de la virtud de la Vía:
La izquierda es el sitio de honor en las horas faustas
Y la derecha en las horas nefastas.
En la guerra, el lugarteniente se sitúa en la izquierda,
Su comandante a la derecha.
Igualando por ahí la guerra a los funerales[10].
En la vida cotidiana, todo lo siniestro es noble. Los varones saludan con la mano izquierda, escondiendo la derecha bajo ella. La mujeres saludan con la derecha, escondiendo la izquierda bajo ella. La cosas se dan con la izquierda y se reciben con la derecha, etc. En los protocolos, la izquierda es el lugar de preferencia.
En las liturgias, izquierda-derecha o yin–yang se establece mirando al Sur. La izquierda queda hacia el Este, lugar de la luz naciente. La derecha al Oeste, lugar de la luz cadente y la oscuridad naciente.
En Japón, la izquierda es el lugar preeminente, lugar de la sabiduría. Se relaciona con el Sol, que es el elemento macho. La Luna está en relación con la derecha, con el agua y con la hembra.
En la India, tanto en el hinduismo como en el budismo, también la izquierda es el lugar de lo fausto, mientras la derecha lo es de lo nefasto. En la ceremonias fúnebres, por ejemplo, las circunvalaciones se hacen de izquierda a derecha.
El escultor francés Jean Bucher explica que un sentido propicio está ligado a la rotación por la derecha, es decir, de izquierda a derecha, porque se sigue el curso del movimiento del sol. Al contrario, un giro de derecha a izquierda tiene un sentido siniestro, porque va en contra del sentido del sol. Se supone que se está mirando hacia el polo Sur.
Son muchos los rituales en los que toda clase de movimientos se inician por la izquierda, en el sentido de las agujas del reloj o en el mismo sentido que el movimiento del sol visto desde el hemisferio norte; al contrario que en los ritos judíos, cristianos y musulmanes.
En las ceremonias fúnebres brahmánicas se da una primera circunvalación de derecha a izquierda, para indicar la dirección del dominio de los muertos, de los antepasados. Una segunda circunvalación de izquierda a derecha indica el retorno (reencarnación) a este mundo, es decir, una vuelta a la vida.
En las circunvalaciones simbólicas relacionadas con el sol como movimiento de referencia se tropieza con una dificultad. El movimiento del sol visto desde el hemisferio norte va de izquierda a derecha, pero visto desde el hemisferio sur va de derecha a izquierda. Esto quita valor real a todo este simbolismo.
Como se puede ver, la mujer, ya se la ponga en la izquierda (Occidente) o en la derecha (Oriente), siempre está en segundo lugar con respecto al varón. Y es que la gran mayoría de las culturas son patriarcales y patrilineales.
Una de los cuestiones dentro de la Antropología Cultural es explicar por qué las sociedades matriarcales y matrilineales son tan escasas en la historia de las culturas y por qué tienden a desaparecer.
Los celtas
Para los celtas, derecha e izquierda tienen el mismo valor que para los griegos: a la derecha lo fausto y de buen augurio, a la izquierda lo nefasto y de mal augurio. El fundamento empírico para esta valoración de la derecha y la izquierda es el sentido del movimiento del sol. Es diestro el movimiento que va en el mismo sentido que el del sol: de izquierda a derecha. Es siniestro lo que va en sentido contrario. Y es que los celtas son pueblos nórdicos, que ven el Sol saliendo por la izquierda y poniéndose por la derecha.
El celta se coloca mirando al sol naciente. El Norte la queda a su izquierda y el Sur a su derecha. Del Norte viene lo malo; del Sur, lo bueno. El Norte es lo bajo, donde el sol acaba su descenso y comienza su ascenso diurno. El Sur es lo alto, donde el sol acaba su ascenso e inicia su descenso[11].
No obstante, estas valoraciones del Norte y del Sur no son inmutables, afirma Cuillandre. El Norte es a la vez término y comienzo, pero sólo por un momento; lo mismo que el Sur, que sólo es comienzo y término por un momento.[12].
Sin embargo, para los irlandeses, de hecho, los dioses de la tradición antigua son de origen nórdico. Por tanto, el Norte tiene un sentido positivo. Lo que sucede es que bajo la influencia del cristianismo, que se opone a esos dioses, el Norte tomó sentido negativo.
Entre los celtas estaba muy arraigada la costumbre de cortar la mano derecha al guerrero vencido por parte del vencedor. Según la investigación de Gabriel Sopeña[13], hay representaciones de manos cortadas simbolizando al enemigo vencido, de manera similar a como sucede con el simbolismo de la espada. Al vencido se le despoja de su espada y de la mano derecha con que la manejaba.
Para los celtas, entregar las armas en una derrota es como si les cortasen la mano derecha. Dice Sopeña:
(Para los celtas) el miembro amputado (la derecha) representa de forma efectiva al adversario muerto, porque (la diestra) posee en sí misma la esencia del contrincante, cual es la capacidad de sostener el arma con la que pelea y guía sus propios actos[14].
La derecha simboliza al guerrero en su totalidad. Toda su vida depende, entre otras cosas, de su espada y ésta se maneja con la derecha. Para el vencedor, arrebatarle la mano derecha significa la derrota total. Ya no podrá manejar la espada y quedará a expensas de su enemigo.
Los Romanos adoptaron esta tradición céltica de cortar la mano derecha al vencido como una forma de sustituir la pena de muerte. Se le amputa la mano derecha a cambio de perdonarle la vida[15]. Un buen ejemplo de esta medida de los romanos fue la que tomó César cuando logró tomar la fortaleza gala de Uxeloduno. En lugar de pasarlos a todos por la espada, les cortó la mano derecha y los dispersó por toda la Galia, para que fueran testigos de lo que suponía rebelarse contra él.
La derecha es también la mano de la amistad y de la hospitalidad (Tácito, I, 54)[16].
América
Para los amerindios o indígenas nativos americanos, la derecha tiene preponderancia sobre la izquierda. Tenemos el ejemplo en un templo inca de Coricancha, en el Cuzco, en el que hay una estatua del dios supremo Huiracocha-Pachacamar. A la derecha de la estatua está el dios Sol y a la izquierda, la diosa Luna. El dios Sol ocupa la derecha como lugar de preferencia.
África
Para la tribu bambara, también la derecha es símbolo de lo positivo, mientras la izquierda lo es de lo contrario. La derecha es símbolo de orden, de rectitud, de trabajo y de fidelidad. La izquierda lo es de desorden e incertidumbre, y también expresa las variaciones inestables de la conciencia humana. El cuatro es el símbolo de la feminidad. El tres lo es de la masculinidad. El cuatro es sinónimo de la siniestra y el tres, de la diestra.
Derecha e izquierda en política
“Derecha” e “izquierda” son términos que entran en el lenguaje político al principio de la revolución francesa, segunda mitad del s. XVIII. El contenido de esta división, sin embargo, se puede retrotraer hasta los griegos. Actualmente, esta división está extendida a la práctica totalidad de los sistemas democráticos de gobierno en el mundo occidental. No tiene mucho sentido en los sistemas teocráticos, como los musulmanes; en ellos predomina el dualismo moral-político sharía o fuera de la sharía, equivalente al sagrado-profano en otras religiones.
Ambas opciones pueden ser moderadas o estar muy radicalizadas. Hay derecha política dictatorial y derecha democrática. Hay izquierda propensa a la dictadura e izquierda moderada. En la derecha dictatorial se pueden señalar al nazismo alemán y el fascismo italiano. En la izquierda radical destaca principalmente el comunismo nacido con Carlos Marx.
Tanto el nazismo como el comunismo se convirtieron en religión, dando a la derecha y a la izquierda un valor absoluto, como hacen con frecuencia las religiones con sus creencias.
El nazismo, ya desde sus inicios en los años 30 del siglo pasado con la figura de Hitler, se fue desarrollando como una verdadera religión bajo la dirección de Himler, su Sumo Sacerdote. Tuvo su templo central en el castillo de Wewelsburg. Tratándose de religiones, la división derecha-izquierda suele ser absoluta, sin término medio.
El comunismoDEMOCRACIA O DICTADURA empieza como una revolución anticapitalista y evoluciona hacia una religión, que en muchos casos deriva en una “religión del odio”MARXISMO, RELIGIÓN DEL ODIO hacia lo burgués, lo capitalista y hacia el resto de las religiones[18].
Esto demuestra que la división política derecha-izquierda no es meramente intelectual. Afecta también a los sentimientos. Los partidos políticos se esfuerzan mucho en fomentar la adhesión sentimental e incondicional al Partido.
En el sistema democrático, los ciudadanos deben votar a su Partido político, por ser quien es, ya gane o pierda en unas elecciones. La gran mayoría de los votantes lo hacen con el sentimiento o la devoción hacia el Partido de su ideología. La razón suele tener poca fuerza.
En nuestro mundo occidental todos los aspectos de la cultura se ven tocados por un maniqueísmo derecha-izquierda: No sólo hay políticos de derechas e izquierdas; también hay filósofos, curas, poetas, grupos folclóricos, economistas, asociaciones juveniles, movimientos feministas, asociaciones vecinales, etc. Ni siquiera cuerpos sociales como jueces, fiscales, abogados, tribunales de justicia, que deberían ser neutrales, se libran de ese maniqueísmo.LA POLITIZACIÓN DE JUECES Y FISCALES
Toda nuestra sociedad y su cultura está impregnada de ese dualismo excluyente. Es un división que afecta a los sentimientos más profundos. Es maniqueísta porque considera el lado de uno mismo como el bueno y el del otro como el malo. Esta división no se queda sólo en las ideas. Puede llegar , y de hecho ha sido así, a fomentar el odio hacia el otro, incluso hasta la violencia y la guerra.
Notas
[1] M. Elíade: La búsqueda, Ediciones La Aurora, 1984, pg. 128.
[2] No conozco estudio alguno que haya aclarado por qué se llamó derecha a una parte del cuerpo e izquierda a la otra, a ‘pesar de todo lo que ya hay escrito sobre este tema, que tampoco es mucho. Nos encontramos con el simple hecho de que es así.
[3] Cfr. El Bahir, 156-157, 160-162 y en sus comentarios nºs 156-157.
[4] Mat. 25, 31.46
[5] Abundan las representaciones del diablo en forma de una cabra.
[6] Sin embargo, en muchas tradiciones africanas abundan los brujos con sus acciones maléficas.
[7] Cfr. G. Chevalier y V. Gheerbrant: Diccionario de los símbolos, Herder . Barcelona 1986, pp. 407s.
[8] Ernout-Meillete, A. Ernout y A. Meillet: Dictionnaire Étymologique de la Langue Latine. Éditions Klincksieck. Paris. 1985, pg. 628.
[9] Cfr. M. Elíade, La Búsqueda, pp. 125-128
[10] Cfr. Ernout-Meillet, o. c., p.409.
[11] Cfr. Ernout-Meillet, o. c., p. 408.
[12] J. Cuillandre: La droite et la gauche dans l’épòpée omérique, p. 307.
[13] G. Sopeña: Dioses, ética y ritos. Aproximaciones para una comprensión de la religiosidad entre los pueblos celtibéricos. Prensas Universitarias de Zaragoza. Zaragoza, 1987, pg. 97.
[14] Sopeña, o. c., p.98.
[15] Cfr. Sopeña, o. c, , p.98.
[16] Cfr. Ramos Loscertales: “Hospicio y clientela en la España céltica”. Emérita, X, 1945, pp. 308ss. Citado por Sopeña.
[17] Sobre el predominio general de la derecha véase Robert Hertz: De la préeminence de la main droit, Revue Philosophique, 48(1909) 553-80. Mircea Elíade recoge más bibliografía sobre este tema en su libro La Búsqueda. Ediciones La Aurora, 1984, pg. 130, nota 3.
[18] Véase J. Avelino de la Pienda: El Panteón de los dioses marxistas, I-II. Universidad de Oviedo, 1992.